En una reciente audiencia del Congreso de Estados Unidos, la congresista Lauren Boebert hizo una inquietante revelación que ha generado intensas especulaciones. Durante la sesión, Boebert cuestionó al investigador Michael Shellenberger sobre la posible existencia de objetos voladores no identificados (OVNIs, también conocidos como UAP, por sus siglas en inglés) que emergen o se sumergen en las aguas de los océanos, sugiriendo la presencia de bases submarinas que podrían albergar tecnologías que desafían la comprensión humana.
La audiencia se centró en la creciente preocupación por los fenómenos aéreos y marítimos no identificados. Boebert, conocida por sus contundentes declaraciones, acusó al gobierno federal de ocultar lo que describió como un “tesoro de evidencia” sobre los UAP. En su intervención, planteó preguntas directas a Shellenberger, egresado de la Universidad de California en Santa Cruz, quien es conocido por sus investigaciones sobre el tema.
“Bases ocultas bajo los océanos”
Entre las interrogantes planteadas por Boebert destacó: “¿Hay algún relato de UAP que surjan o se sumerjan en nuestras aguas que puedan indicar una base o presencia debajo de la superficie del océano?”. La pregunta se basó en testimonios de testigos presenciales que aseguran haber observado objetos misteriosos emerger o sumergirse en el agua, específicamente en zonas como la costa de Miramar en Tamaulipas, México.
Michael Shellenberger respondió afirmativamente, citando a una fuente confiable que describió un incidente en el que “un orbe salía del océano y era recibido por otro orbe”. Estas observaciones han intensificado las teorías de que los UAP podrían estar operando desde bases submarinas ocultas en las profundidades del planeta.
Tecnologías que desafían la física
La congresista también indagó sobre las capacidades tecnológicas de estos objetos acuáticos: “¿Se han observado capacidades tecnológicas en estos UAP oceánicos que desafíen nuestra comprensión actual de la física o las capacidades de ingeniería humana?”. Shellenberger afirmó que “todos parecen desafiar” las leyes conocidas de la física y reveló que el Pentágono habría dirigido un programa secreto llamado “Constelación Inmaculada”, centrado en la recuperación de OVNIs y la investigación de su tecnología mediante ingeniería inversa.
Según Shellenberger, dicho programa posee miles de piezas de evidencia, incluyendo imágenes en alta resolución de estos fenómenos. Aunque el gobierno estadounidense no ha confirmado oficialmente estas afirmaciones, los comentarios del investigador y las preguntas de la congresista han despertado preocupaciones sobre lo que podría estar oculto bajo los océanos.
Un misterio global
El debate sobre la naturaleza y el origen de los UAP ha ganado tracción en los últimos años, especialmente tras la desclasificación de informes oficiales que documentan encuentros inexplicables con estos fenómenos. Las declaraciones de Boebert han añadido un nuevo capítulo a esta narrativa, al sugerir que los misterios no solo están en el cielo, sino también bajo las profundidades del mar.
La costa de Miramar, en Tamaulipas, ha sido citada en repetidas ocasiones como un punto clave para estos avistamientos, lo que refuerza la teoría de que estas actividades no se limitan a una sola región, sino que podrían ser un fenómeno global. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue esperando respuestas claras sobre la verdadera naturaleza de estos objetos y sus posibles implicaciones para la humanidad.