Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha dejado claro su compromiso con una de sus promesas más controversiales: la deportación masiva de inmigrantes en situación irregular. En su cuenta de Truth Social, Trump compartió un mensaje de Tom Fitton, líder del movimiento conservador Judicial Watch, donde se menciona que la administración entrante está dispuesta a declarar la emergencia nacional con el objetivo de utilizar recursos militares para implementar un programa de deportaciones masivas.
El mensaje, publicado este lunes, resalta la disposición de Trump para hacer uso de los activos militares con el fin de revertir lo que él califica como una “invasión” propiciada por la administración del presidente saliente, Joe Biden. “Buenas noticias. Hay informaciones de que la administración entrante de Donald Trump está preparada para declarar la emergencia nacional y utilizar activos militares para revertir la invasión de Biden a través de un programa de deportaciones masivas”, escribió Fitton, en un claro apoyo a las medidas extremas de Trump.
Según estimaciones, alrededor de once millones de personas viven en Estados Unidos sin la documentación legal adecuada, una cifra que podría impactar a más de 20 millones de familias si se lleva a cabo la política de deportaciones a gran escala que Trump ha propuesto. Este planteamiento ha generado una fuerte oposición de diversos sectores, que advierten sobre las consecuencias humanas y sociales de tales medidas.
La reciente designación de Tom Homan como responsable de la política migratoria de la administración entrante no hace sino reforzar la intención de Trump de llevar a cabo una política migratoria más agresiva. Homan, conocido como el “zar de la frontera”, fue un actor clave en la implementación de la controversial política de “tolerancia cero” durante el primer mandato de Trump, que incluyó la separación de miles de niños de sus padres en la frontera.
Además, Trump ha elegido a Kristi Noem como la futura secretaria de Seguridad Nacional, lo que podría marcar una continuación de su enfoque firme y punitivo hacia la inmigración. La combinación de estos nombramientos sugiere que la administración de Trump buscará adoptar medidas aún más drásticas en cuanto a la seguridad fronteriza y la inmigración irregular.
Si bien la propuesta de usar recursos militares para las deportaciones podría ser una de las políticas más radicales de su gobierno, Trump sigue apostando por su enfoque de “ley y orden” como el eje central de su agenda política, en un contexto donde la inmigración continúa siendo uno de los temas más divisivos en la política estadounidense. La iniciativa, sin embargo, plantea serios desafíos legales, éticos y humanitarios que se anticipa serán un punto central de debate en los próximos meses.