La tensión internacional escala a niveles críticos luego de que medios estadounidenses informaran que la administración de Joe Biden ha autorizado a Ucrania a emplear misiles de largo alcance proporcionados por EE. UU. para atacar objetivos dentro de Rusia. Este movimiento, según Vladimir Dzhabarov, vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación Rusa, representa “un paso sin precedentes” que podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial.
Dzhabarov advirtió que Moscú responderá de forma inmediata a cualquier agresión en su territorio y calificó la decisión de Washington como una provocación peligrosa. “Esto es un gran paso hacia el inicio de la Tercera Guerra Mundial, ejecutado bajo la administración de un líder que pronto dejará el cargo y no asumirá responsabilidad por ello”, declaró el funcionario ruso en medios como TASS y Reuters.
La autorización de estos ataques se produce en un contexto donde miles de combatientes norcoreanos estarían reforzando las tropas rusas en el este de Ucrania, según reportaron The Washington Post y The New York Times. Expertos señalan que esta medida busca contrarrestar dichas acciones, pero también incrementa el riesgo de escaladas impredecibles en el conflicto, que ya se extiende por más de un año y medio.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido comentarios oficiales sobre las declaraciones rusas, pero analistas consideran que este cambio en la política estadounidense podría alterar significativamente la dinámica de la guerra.