Fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dieron a conocer que, tras 8 horas de audiencia, el tribunal de enjuiciamiento integrado por los jueces Zulema Sandoval, Érick Nevárez y Mariano Durazo dictaron fallo absolutorio en favor de Enrique L. A., alias “El Cumbias”, acusado por el Ministerio Público de participar en el homicidio de ocho personas en las comunidades San Juanito y Creel, el 15 de marzo de 2010.
Fue a las 3:00 de la tarde de ayer, cuando los jueces convocaron a las partes para finalizar con la presentación de los alegatos de clausura. Posteriormente, decretó un receso hasta las 4:00 de la tarde para dar la lectura que determinaría si “El Cumbias” es condenado o absuelto por la acusación de homicidio calificado formulada por el Ministerio Público, respecto a la masacre de ocho personas ocurrida el 15 de marzo de 2010 en las comunidades de San Juanito y Creel, del municipio de Bocoyna.
Sin embargo, la reanudación de la audiencia fue pospuesta hasta las 7:00 de la tarde y, cerca de las 11:00 de la noche, el tribunal determinó que no existían elementos suficientes para establecer la responsabilidad penal del acusado.
El juicio 48/2022 inició el 10 de julio, abriendo así el capítulo final de un proceso que data de diciembre de 2010, cuando Enrique L. A. fue capturado por elementos del Ejército Mexicano durante una fiesta familiar en Delicias.
De acuerdo con un comunicado oficial emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el 13 de diciembre de 2010, la detención fue precedida por un enfrentamiento en el que el hermano de “El Cumbias”, Ever Horacio, fue abatido. Días después trascendió que el primero perdió un brazo, motivo por el cual tuvo que ser llevado a un hospital en el centro del país en espera de su recuperación.
Al dar a conocer esta intervención, la Sedena identificó a “El Cumbias” como presunto integrante del grupo “Gente Nueva”, ligado al Cártel de Sinaloa que, además, podría haber participado en el multihomicidio de ocho personas en Bocoyna.
Fue puesto a disposición del Ministerio Público de la Federación e ingresado al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) No. 11, con sede en Sonora, del cual fue trasladado hacia el Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) No. 1 de Aquiles Serdán, en marzo de 2018, para ser procesado por estos hechos.
El 20 de mayo de 2018, “El Cumbias” fue puesto a disposición de un juez del fuero común por el delito de homicidio calificado, robo agravado y lesiones dentro de la causa penal 181/2010 y el 26 de mayo de ese mismo año quedó vinculado a proceso penal, el cual quedó suspendido debido a la obtención del amparo 820/2019.
Cinco años después de estos recursos interpuestos por el detenido, la Fiscalía General del Estado logró llevarlo a juicio, sin embargo, el caudal probatorio presentado no generó convicción en los jueces para lograr una sentencia condenatoria.
Desde que ocurrieron los hechos, las autoridades dieron a conocer que la masacre inició entre las 5:00 y 5:30 de la mañana del 15 de marzo de 2010 cuando el convoy desató balaceras en San Juanito en las cuales murieron José Luis B. G., de 49 años; Paul Ramiro S. R., de 26 años y Luis Manuel S. C., de 27.
En Creel, los sicarios privaron de la libertad a Ventura R. G., de 29 años; Guillermo Alfredo G. T., de 20 años; Jesús Fidel M. A., de 36 años y Alfredo J. R., alias “El Fello”, de 22 años, que luego fueron encontrados sin vida en el kilómetro dos del tramo que conduce a Arareco.
En el mismo pueblo, el convoy disparó contra un domicilio ubicado en la calle López Mateos, al que luego entraron a la fuerza lesionando a dos mujeres: una menor de 14 años y una de 18 años de nombre Margarita C. T., quien falleció horas más tarde.
En los días siguiente, un video de la irrupción del comando armado a Creel, en el que se logró captar a un sujeto a bordo de una camioneta, mismo hombre que la Fiscalía aseguró se trataba de “El Cumbias”. Ésta fue una de las pruebas que la defensa del acusado combatió con diversos testimonios que refutaban que se tratara de la misma persona y que ponían en duda el software y análisis realizado por los investigadores para llegar a tal conclusión.
Tomado de El Diario de Juárez