LONDRÉS.
Una de las primeras preguntas que se arrojaron tras conocerse la noticia de la muerte del duque de Edimburgo fue sobre la presencia o no del príncipe Harry en su funeral. El duque de Sussex, que hace ya más de un año que vive en Estados Unidos junto a Meghan Markle, su hijo Archie y otro bebé en camino, está alejado de toda actividad relacionada con la familia real británica, como consecuencia de su renuncia como miembro ‘senior’ de la realeza.
La pareja, que pretendía llevar una vida alterna entre un lado del charco y el otro, ha visto sus intenciones impedidas por una pandemia cuyas restricciones de distancia social y desplazamientos son más que necesarias para controlar la curva. Pero el mismo viernes un portavoz del príncipe confirmaba su presencia en el funeral de su abuelo, que se celebrará el próximo 17 de abril en la capilla de San Jorge, en Windsor.
Es un viaje que ha hecho en solitario, dado que los médicos han aconsejado a Meghan que no viaje, en consideración con su avanzado embarazo. La casa en la que pretendían alternar sus vidas entre Montecito y Reino Unido es Frogmore Cottage, una residencia que cedieron a la princesa Eugenia de York, quien la ocupa actualmente junto a Jack Brooksbank y su recién nacido, August. Por eso, otra gran duda tras la llegada de Harry era dónde pasaría la cuarentena obligatoria tras llegar de Estados Unidos.
Este domingo por la tarde la prensa británica ha informado de la llegada del príncipe Harry al aeropuerto londinense de Heathrow y su posterior traslado hasta Nottingham Cottage.
La propiedad está situada en el palacio de Kensington, lugar de residencia actual del príncipe Guillermo, Kate Middleton y los hijos de ambos. En el mencionado apartamento se instalaron en su día el mismo Harry junto a Meghan, tras su boda de cuento de hadas celebrada en 2018; pero la pareja no duró mucho en la casa,y se trasladó en cuanto pudo a Frogmore Cottage, más protegido de la prensa, gracias a la concesión de Isabel II.
La decisión de instalar a Harry en el apartamento de Kensington de dos habitaciones -uno de los más modestos del palacio- era más que lógica: a pesar de que se ha especulado con la posible ocupación de la vivienda por la princesa Beatriz y su marido Edoardo Mapelli Mozzi, la propiedad aún se encontraba vacía y era el lugar idóneo para que el príncipe pasara la cuarentena. Una que tendrá permitido romper para asistir al funeral del próximo sábado. En la mencionada vivienda también vivió Harry en su soltería, unos recién casados duques de Cambridge y la hermana de Diana de Gales, Lady Kane Fellowes, junto al exsecretario de la reina, Sir Robert Fellowes.