Alfredo Herrera, secretario de Desarrollo Económico en Durango, dio a conocer que las adicciones en el sector laboral son una realidad.
El funcionario estatal sostuvo que no solamente es el hecho de la intoxicación, sino también en el momento que el trabajador se abstiene del consumo lo lleva a un comportamiento agresivo.
El entrevistado comentó que dentro de los negocios, se hace lo humanamente posible para ayudar a las personas con dependencia a la ingesta de sustancias ilícitas, no sólo por el tema del recurso humano, sino también porque se dan ausencias y baja la productividad.
Herrera sostuvo que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ya debe de estar trabajando en el tema, dado que es un asunto de urgente resolución.
Evitan exámenes
Pero explicó que en el momento que la empresa solicita un examen para detectar sustancias ilícitas dentro del cuerpo, desisten de buscar ser contratados por un negocio.
“Es muy delicado el tema de las adicciones. Porque no nada más, es el trabajador que llega al negocio drogado, sino la abstención de la droga. No sé cuál será más peligrosa si una cosa o la otra. Si nos causan muchas ausencias. En muchas empresas ya te piden el antidoping, el examen antidoping y le pides eso al trabajador y ya no regresa”.
¿Dónde hay más adicciones?
Explicó que uno de los sectores donde se presenta más, es en la construcción, pero no al grado de las drogas sintéticas. Y es que a nivel nacional ya se deben de diseñar políticas públicas para erradicar las adicciones.
“Donde hay más drogadicción creo yo que es en el sector de la construcción, pero creo que los empresarios de la construcción toleran ciertas cosas. Me acuerdo que una de las drogas prohibidísimas o peligrosísimas era la marihuana”.
Indicó que no solamente es el tema de la ingesta, sino que también se debe en gran parte a la conducta que se genera en medio de la intoxicación, como en el síndrome de abstinencia.
“La abstinencia los vuelve violentos. Y no nada más violentos contra los compañeros de trabajo, sino contra la esposa y contra los hijos. Sí es algo muy delicado. Y el problema es que, está a tan bajo costo como lo hacen con puras porquerías. Lo hacen a muy bajo costo, cualquiera tiene acceso a comprar cristal”.
Milenio