Tras un maratónico debate de casi 16 horas, la mayoría parlamentaria de Morena y sus aliados aprobó la reforma constitucional que integra a la Guardia Nacional (GN) en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Con 353 votos a favor y 126 en contra, el dictamen que suprime el carácter civil de la GN fue avalado tanto en lo general como en lo particular, y ahora pasará al Senado para continuar su proceso legislativo.
La reforma otorga control militar sobre la Guardia Nacional y concede fuero militar a sus miembros, modificando la estructura inicial de esta fuerza de seguridad, que había sido creada con un enfoque civil. Además, se aprobó una única reserva al dictamen, propuesta por la diputada Merary Villegas (Morena), la cual especifica que la GN estará compuesta exclusivamente por personal militar con formación policial, excluyendo al personal proveniente de la Secretaría de Marina (Semar).
Este ajuste vuelve a la redacción original planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su iniciativa del 5 de febrero de 2024, que no incluía a marinos en la composición de la Guardia Nacional. Sin embargo, en agosto de 2022, la Comisión de Puntos Constitucionales había incluido al personal de Semar, lo que ahora ha sido revertido.
Reacciones de la oposición
La aprobación del dictamen fue criticada por legisladores de la oposición, quienes señalaron que la reforma implica la militarización definitiva de la Guardia Nacional. Rubén Moreira, coordinador del PRI, afirmó que con la exclusión del personal de la Marina y el predominio de egresados del Colegio Militar con formación en seguridad pública, se consolida el carácter militar de la institución.
“Lo que estamos viendo es la conversión de la Guardia Nacional en un cuerpo militarizado, con la reserva que hoy aprueban, se deja claro que será una institución bajo control militar, no civil, como fue concebida inicialmente”, declaró Moreira.
Por su parte, el diputado Gibran Ramírez (Movimiento Ciudadano) también cuestionó la exclusión de la Marina, señalando que responde a una lucha de poder entre las fuerzas armadas. “La Sedena ha impuesto su control total sobre la Guardia Nacional, relegando a la Marina. Esta reforma es un paso más hacia la militarización completa de la seguridad pública”, denunció en tribuna.
Desde el Partido Acción Nacional (PAN), el diputado Germán Martínez fue enfático al afirmar que esta reforma refleja el fracaso de la estrategia de seguridad de la administración de López Obrador. “El gobierno federal opta por la militarización porque no ha logrado controlar la violencia con su plan original. Hoy, más muertes violentas han ocurrido que en los sexenios anteriores de Calderón y Peña Nieto”, aseveró.
Hacia una Guardia Nacional militar
Con la aprobación en la Cámara de Diputados, el debate sobre el carácter civil o militar de la Guardia Nacional ahora se traslada al Senado, donde la discusión promete ser igual de intensa. Esta reforma, que modifica uno de los aspectos más polémicos de la creación de la GN, refleja el cambio en el enfoque de la seguridad pública en México, hacia un control más directo por parte de las fuerzas armadas.