Durango se vistió de nostalgia y arte con la visita de Édgar Vivar, el reconocido actor mexicano que ha dado vida a personajes entrañables en la televisión, como el Señor Barriga y Ñoño, del icónico programa “El Chavo del 8”. En esta ocasión, Vivar fue el protagonista de una exposición gráfica titulada “La vecindad del Señor Barriga”, que reúne más de 20 grabados realizados por artistas locales y de distintos países de América Latina, quienes capturaron la esencia y humor de sus personajes más queridos.
La exposición, organizada en el marco del Festival Revueltas 2024, no sólo destacó el talento de los artistas participantes, sino también la profunda huella cultural que Vivar ha dejado en generaciones de televidentes. Cada grabado rinde homenaje a las virtudes, gestos y frases que hicieron legendarios a personajes como el bonachón Señor Barriga y su hijo Ñoño, o el pícaro Botija de “Los Caquitos”.
Un encuentro con el público y sus recuerdos
Antes de la inauguración, Vivar ofreció una charla en el Museo Francisco Villa, donde compartió con el público sus memorias sobre los inicios en el mundo del espectáculo, su estrecha relación con Roberto Gómez Bolaños (Chespirito), y las lecciones que ha aprendido en su vasta trayectoria artística. La interacción con los asistentes fue un momento emotivo, con muchos de ellos recordando cómo “El Chavo del 8” marcó su infancia, despertando una profunda conexión con los personajes y sus historias.
El actor, visiblemente emocionado, no dudó en agradecer la oportunidad de reencontrarse con un público que, a pesar del paso de los años, sigue valorando su trabajo. “Es sorprendente ver cómo algo que hicimos hace décadas sigue vivo en el corazón de la gente. Eso es lo más grande que puede recibir un actor”, comentó.
Arte y nostalgia en una exhibición única
La exposición fue inaugurada oficialmente en el Museo de las Culturas Populares, donde decenas de personas pudieron apreciar las distintas representaciones de Vivar y sus personajes. Las piezas no solo capturan su icónica figura, sino también la profundidad emocional y el humor que los hicieron parte del imaginario colectivo.
Con una mezcla de humor y emoción, Vivar reflexionó sobre el impacto cultural de su trabajo: “Nunca imaginé que mi interpretación inspiraría una exposición artística. Esto me demuestra que el arte, en todas sus formas, tiene la capacidad de trascender generaciones. Es un honor ser parte de algo tan especial”.
Durango, tierra de artistas
Vivar no dejó pasar la oportunidad de elogiar el talento local, reconociendo a Durango como un semillero de artistas. “Durango ha sido la cuna de grandes pintores y escultores, y ver que mi trabajo ha inspirado a tantos talentos es algo que me llena de orgullo”, señaló.
La exposición es una muestra más de cómo la cultura popular puede fusionarse con el arte para rendir tributo a figuras que han marcado la televisión y la vida de miles de personas. Entre sonrisas y recuerdos, Édgar Vivar deja una huella imborrable en Durango, donde su legado sigue vivo a través de cada pincelada y grabado