El juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa, Verónica Barajas, fueron asesinados en una vivienda ubicada en la capital de Colima.
En marzo de 2018, cuando Villegas era juez sexto de Distrito en Procesos Penales en Jalisco, solicitó el traslado de Rubén Oseguera, El Menchito, de una cárcel de Oaxaca a otra de máxima seguridad en El Salto. Luego, el hijo de El Mencho fue extraditado a Estados Unidos.
El juez federal radicaba en Colima desde el 1 de febrero pasado. Murió luego de que varios hombres le dispararon a él y a su esposa con armas de grueso calibre afuera de su casa. No contaba con guardaespaldas debido a que así lo determinó el Consejo de la Judicatura Federal.
Arturo Zaldívar, presidente de la Corte, interrumpió ayer su sesión remota con los ministros para dar a conocer el asesinato y exigir justicia.
Más tarde, en un comunicado, la Suprema Corte y la Judicatura aseguraron que el Poder Judicial no se dejará intimidar.
“Queremos mandar un mensaje claro y categórico: la actividad jurisdiccional seguirá adelante y no nos detendremos, menos con actos intimidatorios, a efecto de cumplir la misión que nos ha encomendado la Constitución”, indicaron.
Matan a juez federal y esposa en Colima
Hombres armados mataron a la pareja afuera de su vivienda; la FGR atrae el caso; no contaba con seguridad personal.
El juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa, Verónica Barajas, fueron asesinados al mediodía de ayer en una vivienda de esta capital. En el lugar se reportaron más de 20 detonaciones de armas de grueso calibre.
Villegas llevó el caso de Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo del capo Nemesio Oseguera, El Mencho, cuando se desempeñó como juez sexto de Distrito en Procesos Penales en Jalisco.
Villegas Ortiz se especializaba en materia penal, y en marzo de 2018 solicitó el traslado de El Menchito de una cárcel de Oaxaca a otra de máxima seguridad en el Salto, Jalisco, antes de su extradición a Estados Unidos.
El juez federal radicaba en Colima desde el 1 de febrero pasado para laborar en el Centro de Justicia Penal Federal del estado de Colima.
La versión preliminar sobre el ataque indica que varios hombres llegaron a la casa del juez, en donde se encontraba con su esposa y sus dos hijas menores de edad. Los hombres dispararon al juez en el exterior de su vivienda, hiriendo de muerte al funcionario y a su esposa.
Sin embargo, se tiene conocimiento que tras el asesinato ingresaron al interior de la casa dañando el sistema de seguridad y monitoreo, sin agredir a la mujer que trabaja con la familia ni a las hijas de la pareja asesinada.
Al lugar de los hechos acudieron elementos de la Policía de Colima y de la Fiscalía estatal; sin embargo, al tratarse de un juez federal, la FGR atrajo el caso.
A través de sus redes sociales la dependencia informó que “la FGR asume plenamente la investigación del asesinato de un juez federal y su esposa en la ciudad de Colima. En cuanto existan datos que puedan hacerse públicos se darán a conocer”.
No tenía escolta
Villegas no contaba con guardaespaldas, porque así lo determinó el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
“En el caso mencionado, dicho juzgador no contaba con una escolta del Servicio de Protección Federal (SPF), pues no fue indicado así por el Consejo”, indicó el organismo. El SPF estableció que sus elementos sólo pueden proteger a quienes las instituciones lo soliciten.
¿Quién era el Juez Uriel Villegas Ortiz?
Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua. Estudió la licenciatura en derecho de 1996 a 2001 en la Universidad de Sonora.
Dentro del Poder Judicial de la Federación fue oficial y actuario judicial en el Juzgado Décimo de Distrito en el estado de Sonora; secretario en el Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal en el estado de Jalisco y secretario en el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Sexto Circuito, entre otros cargos.
ZALDÍVAR CONDENA ASESINATO
El presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, interrumpió ayer la sesión remota con los ministros para condenar el asesinato del juez federal Uriel Villegas Ortiz y de su esposa, Verónica Barajas, en la capital de Colima.
Zaldívar Lelo de Larrea se comprometió a exigir a las autoridades competentes investigar el caso y advirtió que solicitará seguridad para las familias afectadas.
Los ministros Luis María Aguilar Morales y Norma Lucía Piña Hernández tomaron la palabra para hacer suyo el reclamo de justicia y preservación del Estado de derecho.
El ministro presidente solicitó al pleno concluir con la discusión para atender de manera personal el asunto.
Más tarde, en un comunicado, la SCJN y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) deploraron los homicidios de Villegas y su esposa y aseguraron que el Poder Judicial no se dejará intimidar.
“Todos los integrantes del PJF, ministros, consejeros, están de luto tras haberse enterado del cobarde asesinato del juez federal y de su esposa. Queremos mandar un mensaje claro y categórico: la actividad jurisdiccional seguirá adelante y no nos detendremos, menos con actos intimidatorios, a efecto de cumplir la misión que nos ha encomendado la Constitución”.
En el comunicado se señala que se revisarán todos los protocolos de seguridad para garantizar la seguridad de los jueces federales y de sus familias.
“Descansen en paz nuestro compañero y su señora esposa. Nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y colegas. Nuestra preocupación y esfuerzo para proveer a sus deudos.
“El PJF colaborará en la investigación y exigirá, al más alto nivel, los responsables sean ubicados, detenidos y enfrenten a la justicia.
Colima arde en la violencia
Colima lleva años como el mayor foco rojo de violencia ligada al crimen organizado.
A pesar de ser la entidad menos poblada del país, con 711 mil 235 personas hasta 2015, al menos, desde ese año lidera en la tasa de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes.
Tan sólo en lo que va de este año, Colima, donde ayer fue asesinado el juez federal Uriel Villegas Ortiz, junto con su esposa, Verónica Barajas, cuadruplica la tasa de asesinados nacional, pues suma 27.51 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio es de 7.63 en el país, al cierre de abril pasado.
Pero no es el único delito en el que destaca Colima: también triplica la tasa promedio nacional en feminicidio (registra 1.27 contra 0.47), iguala la de secuestro (0.25 contra 0.24), duplica la de extorsión (4.84 contra 2.04), cuadruplica también la de robo a casa habitación (79.73 contra 17.54) e iguala la de robo de vehículo (43.18 contra 40.87).
De los delitos que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registra la tasa por cada 100 mil habitantes, el robo a transeúnte es el único en el que Colima está debajo del promedio nacional (6.75 contra 17.73).
Al cierre de 2015, la entidad duplica el promedio nacional de asesinatos, con una tasa de 22.45 contra 13.28. También, al cierre de 2019 casi la cuadruplicó (85.40 contra 23.24).