El periodista mexicano Fredy López Arévalo fue asesinado de un disparo en la cabeza, la noche del jueves, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, sede del poder administrativo del estado de Chiapas, en el suroeste del país.
López Arévalo, quien regresaba de celebrar el cumpleaños de su madre en Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, se encontraba en las afueras de su vivienda, ubicada en la colonia Las Rosas, cuando recibió un balazo de parte de un desconocido que iba a bordo de una motocicleta.
Al sitio llegaron agentes de la Policía Especializada y de Servicios Periciales para iniciar las investigaciones.
Tras conocerse el hecho, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, condenó “el cobarde asesinato” de López Arévalo y aseveró que “ningún delito quedará impune”. Por su parte, la Fiscalía General del Estado (FGE) ya inició las investigaciones al respecto.
López Arévalo era director de la revista Jovel. Esta publicación había dejado de circular meses atrás, pero el periodista se encontraba activo en las redes sociales. Horas antes de su muerte, compartió en su cuenta de Twitter una información donde denunciaba el despido de 200 trabajadores de confianza de la Alcaldía de San Cristóbal y la existencia de laudos laborales por más de 22 millones de pesos, que corresponderían a un millón de dólares.
México es el tercer país en el mundo con mayor cantidad de periodistas asesinados y el primero en América Latina. Desde el año 2000 hasta septiembre pasado se ha reportado el homicidio de 142 comunicadores, según un estudio de la encuestadora Enkroll.