Esta semana el proyecto RECOVERY dio a conocer que, dentro de sus fases de estudios y análisis de fármacos y medicamentos que podrían influir en el tratamiento del COVID-19, iniciaron un periodo de prueba con el analgésico más popular del mundo: la aspirina.
De acuerdo con el grupo de científicos a cargo de la investigación, tienen fuertes motivos para creer que las propiedades del medicamento pueden contribuir para contrarrestar el virus.
“Hay razones claras para creer que (la aspirina) podría ser beneficiosa, y es segura, barata y ampliamente disponible”, dijo Peter Horby, colíder investigador del ensayo.
Alrededor de 8 mil pacientes recibirán de forma aleatoria 150 miligramos de aspirina diarios junto a su régimen habitual, posteriormente serán comparados con pacientes que no reciban la dosis y se hará una comparación de su estado de salud en general en más de 176 hospitales.
Cabe destacar que todos esos ciudadanos tendrán que haber dado positivo a la prueba de PCR para detectar COVID-19.