El pasado sábado 30 de noviembre de 2024, el Mariposario Siwiní del Jardín Botánico “Francisco Javier Clavijero”, perteneciente al Instituto de Ecología (Inecol), fue objeto de un acto de vandalismo que resultó en la mutilación y sacrificio de decenas de mariposas de diferentes especies. Este lamentable hecho ha generado indignación entre la comunidad científica y ambientalista.
A través de sus redes sociales, el Inecol denunció el ataque, calificándolo de “una acción malévola e inútil” que acabó con una generación entera de mariposas criadas en laboratorio, destinadas no solo a embellecer el mariposario, sino también a contribuir al conocimiento y conservación de estos insectos clave para el equilibrio ecológico.
Una pérdida irreparable
El Mariposario Siwiní, una de las atracciones más emblemáticas del Jardín Botánico, alberga especies cuidadosamente criadas y monitoreadas por especialistas. La destrucción de los ejemplares no solo representa un golpe al trabajo científico de años, sino también una pérdida invaluable para la educación ambiental y el turismo local.
“La tristeza y molestia que sentimos es inmensa. Hemos perdido una generación de individuos que fueron criados con esfuerzo y dedicación en el laboratorio”, expresó el Inecol en su comunicado, acompañado de imágenes que mostraban la devastación causada por los vándalos.
Llamado a la comunidad
La institución, que está adscrita al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), hizo un llamado a los visitantes y a la ciudadanía en general para prevenir futuros actos de este tipo. “Pedimos a nuestros visitantes que reporten cualquier comportamiento fuera de lugar del que sean testigos”, subrayaron.
El Inecol no especificó si ya se han presentado denuncias formales ante las autoridades, pero urgieron a tomar conciencia sobre la importancia de respetar la vida animal y los espacios dedicados a la conservación.
Impacto ambiental y científico
La pérdida de estas mariposas trasciende el ámbito del mariposario. Estos insectos desempeñan un papel crucial en la polinización y forman parte de investigaciones sobre biodiversidad y ecología. Los ataques como este no solo afectan a los ejemplares sacrificados, sino también a los ciclos biológicos y a los estudios en curso.
El acto vandálico ha despertado el repudio de ambientalistas y científicos, quienes señalan la necesidad de reforzar la seguridad en espacios dedicados a la conservación y educación ambiental.
Un llamado a la reflexión
Mientras el Inecol y el Jardín Botánico evalúan los daños y buscan medidas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir, el caso abre una discusión sobre la fragilidad de los espacios naturales y la importancia de fomentar una cultura de respeto hacia la vida animal y el medio ambiente.