El equipo del expresidente Donald Trump, quien recientemente ganó las elecciones en Estados Unidos, está evaluando una estrategia que han denominado “invasión suave” a México. Según un reporte exclusivo de la revista Rolling Stone, este plan preliminar contempla enviar fuerzas especiales estadounidenses de manera encubierta para asesinar a líderes de los cárteles, una propuesta que Trump habría discutido en privado este año.
Operaciones encubiertas y ataques aéreos
De acuerdo con fuentes cercanas al expresidente, las estrategias planteadas incluyen:
- Ataques con drones o bombardeos aéreos sobre laboratorios de drogas e infraestructura de los cárteles.
- Envío de entrenadores y asesores militares para apoyar en el combate contra los narcotraficantes.
- Despliegue de equipos especiales con el objetivo de ejecutar redadas, secuestros y eliminaciones selectivas de figuras clave dentro de las organizaciones criminales.
- Guerra cibernética contra las redes operativas de los narcotraficantes.
El enfoque, según Rolling Stone, sería mantener un perfil bajo, evitando un despliegue militar masivo en México, pero con operativos agresivos y quirúrgicos.
El dilema de la invasión
Un alto funcionario del equipo de transición de Trump explicó que la discusión central gira en torno al alcance de estas acciones: “¿Hasta qué punto debemos invadir México?”, citó la revista.
Las fuentes aseguran que al menos seis republicanos han abordado este tema con el expresidente, reflejando una postura dura contra el narcotráfico que ha sido recurrente en su retórica política.
Reacciones y contexto
Este tipo de propuestas ha generado polémica en el pasado, pues implican una posible violación a la soberanía mexicana y tensiones diplomáticas. Durante su campaña, Trump y otros republicanos impulsaron la idea de designar a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que podría justificar legalmente acciones militares fuera de su territorio.
Sin embargo, cualquier intervención de este tipo requeriría acuerdos internacionales y enfrentaría serias críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
La “invasión suave”, de concretarse, representaría un cambio drástico en la relación bilateral entre ambos países, marcando una etapa de confrontación directa contra el crimen organizado en México.
La propuesta aún se encuentra en etapa preliminar y queda por ver cómo evolucionará esta estrategia una vez que Trump asuma el poder nuevamente.