Lo que debía ser una jornada de júbilo y orgullo para la ciudad de Liverpool terminó en tragedia, luego de que un vehículo embistiera a una multitud durante el desfile de celebración del campeonato de la Premier League conquistado por el Liverpool F.C. Al menos 47 personas resultaron heridas, entre ellas varios menores de edad y dos personas que se encuentran en estado crítico.
El hecho ocurrió en Water Street, una de las principales arterias del centro de la ciudad, repleta de seguidores del club que celebraban la victoria junto al equipo. Testigos relataron escenas de caos y pánico cuando un Ford Galaxy gris irrumpió en la multitud, atropellando a decenas de personas. Algunos aseguraron que el conductor detuvo brevemente el vehículo tras el primer impacto, solo para acelerar nuevamente y continuar con la embestida.
Los servicios de emergencia acudieron rápidamente al lugar. Cuatro personas quedaron atrapadas bajo el vehículo y fueron rescatadas por bomberos. Helicópteros sanitarios y ambulancias trasladaron a los heridos a hospitales cercanos. La rápida actuación de los equipos de emergencia fue clave para evitar una tragedia aún mayor.
La policía de Merseyside detuvo en el lugar al presunto responsable, un hombre de 53 años, residente de Liverpool. Las autoridades confirmaron que el ataque no está siendo tratado como un acto de terrorismo y que el individuo habría actuado solo. Se ha abierto una investigación para esclarecer los motivos del atropellamiento.
En un comunicado conjunto, el Liverpool F.C. y la Premier League expresaron su consternación por lo ocurrido y su solidaridad con las víctimas. El primer ministro Keir Starmer calificó el suceso como “espantoso” y agradeció a los equipos de emergencia por su valentía y eficacia.
La policía ha solicitado a la ciudadanía que evite compartir imágenes gráficas del suceso en redes sociales por respeto a las víctimas y ha instado a quienes tengan información sobre el hecho a colaborar con la investigación.
Este trágico episodio ensombrece un día que debía ser de celebración para el club y para una ciudad orgullosa de su equipo. Hoy, la alegría dio paso a la tristeza, y Liverpool vuelve a mostrar su resiliencia ante la adversidad.