DURANGO, DGO.
La situación que se presenta en la entidad a causa de la pandemia ha tenido efectos contradictorios en la nutrición de la población, pues mientras hay personas que a causa de la situación económica comen menos al grado de que ponen en
riesgo su salud, también se tiene en el otro extremo un incremento en el peso principalmente de niñas y niños, informó María Susana Martínez Álvarez, presidenta del Colegio de Nutriólogos del Estado.
¿Por qué la pandemia aumenta la obesidad infantil?
La obesidad infantil ya era una realidad antes del confinamiento, de hecho, las tasas en España ya superaban las de otros países europeos. Ahora, a raíz de estos meses de encierro, el problema ha empeorado, convirtiéndolo en una consecuencia indirecta del coronavirus.
En cuanto a números, el doctor Manuel Ramón Baca Cots, jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, nos indica que “el peso medio de la población infantil española puede haberse incrementado en unos tres kilos, a razón de al menos uno por mes”. Al respecto, la Sociedad Española de Obesidad estima que se ha producido un aumento medio del peso corporal, en niños y adolescentes, cercano al 5%, después del confinamiento.
Para prevenir el sobrepeso en la infancia, nuestro pediatra lo tiene claro “en el niño es fundamental crear una serie de hábitos y al frente de ellos deben estar la alimentación y el ejercicio“, que, precisamente, fueron los dos que más se trastocaron en los meses de confinamiento, seguidos por el periodo vacacional.
Conoce todas las causas que motivaron este aumento de peso y las recomendaciones médicas para evitarlo.
Causas del aumento de la obesidad infantil
El confinamiento que comenzó en marzo, y los cambios que conllevó en las familias, están detrás del empeoramiento de la obesidad en los menores. Nuestro especialista nos subraya que “desgraciadamente, esta situación de confinamiento ha llevado a los más pequeños a una ausencia total de ejercicio, un sedentarismo extremo durante meses, unido a unos hábitos alimenticios que se desviaban de lo que debe ser la correcta alimentación de un niño”.
Además, existen otros factores negativos relacionados con la pandemia, como:
- El efecto psicológico. Nuestro especialista nos señala que “la inactividad física y los cambios en la alimentación se unen a una derivada psicológica ante todo lo acontecido, con gran repercusión sobre el niño al estar en un proceso de formación y desarrollo de sus afectos y sentimientos”, añadiendo que “es fundamental encauzar esta situación”.
- El riesgo de prolongar los malos hábitos. Lo peor es la posibilidad de que se mantengan para siempre, así nos lo expresa nuestro doctor: “si lo que eran pequeñas alteraciones de sus hábitos empiezan a fundamentarse y tener raíces en la propia expresión del niño, realmente creo que no exageramos al decir que el gran drama oculto del coronavirus, en el caso de los niños, es la obesidad”.
- Los trastornos en la conducta alimentaria, entre otros, y los problemas psicológicos y sociales son otro posible efecto del confinamiento.
- Las vacaciones de verano. Si es habitual que cada verano los niños ganen peso, este año probablemente el efecto haya sido doble, ya que se ha enlazado el confinamiento con el periodo vacacional, en el que se continúa con la menor actividad física y con los cambios negativos en la alimentación.
Cómo afecta la obesidad a los niños
Puede ser complicado detectar este aumento de peso en los hijos, o incluso es posible identificarlo con un problema leve al tratarse de edades jóvenes. Pero, lo cierto es que, con el tiempo, la obesidad puede causar otras patologías muy severas en la edad adulta, o antes. Lo cuenta nuestro especialista, quien señala que “el exceso de peso en niños, con obesidades cada vez más extremas, significa que comenzamos a ver en edad infantil y juvenil algunas consecuencias muy serias“, entre las que cita:
- Hipertensión
- Hiperglucemia
- Problemas del sueño
- Trastornos en la piel
- Diabetes tipo 2
- Repercusión psicológica, que se conoce como el estigma de la obesidad
Además, las tasas de mortalidad son un 30% superiores en los adultos que en la edad adolescente presentaron un mayor índice de masa corporal.
Por todo ello, nuestro doctor recuerda a los padres que los niños son muy vulnerables, puesto que “no son conscientes de la gran repercusión que ganar peso y adquirir malos hábitos puede tener sobre su salud futura”, así que es fundamental guiarles para evitar el sobrepeso.
Qué podemos hacer para prevenir la obesidad infantil
En familia podemos:
- Motivarla actividad física. Como mínimo debemos realizar actividades, de moderadas a intensas, durante una hora al día.
- Jugar con los hijos, intentando que, en la medida de lo posible, no estén todo el día sentados en el sofá.
- Hacer que participen en las rutinas domésticas.
Alimentación equilibrada para niños
En líneas generales, debemos saber que:
- Cereales, patatas y legumbres deben ser la base de la alimentación, de forma que los hidratos de carbono supongan más de la mitad de las calorías de la dieta, entre el 50 y el 60%, en concreto.
- Las grasas no deben suponer más del 30% del consumo diario, y además debemos disminuir la cantidad de grasas saturadas y ácidos grasos que ingerimos.
- Las proteínas pueden ser de origen animal o vegetal, y de hecho se recomienda combinarlas. En cuanto a su cantidad diaria, deben representar entre el 10% y el 15% de las calorías totales.
- Las frutas y verduras. Se aconseja 5 raciones diarias, como mínimo. Podemos tenerlas en cuenta a la hora de desayunar con los niños, cortándolas y presentándolas de forma atractiva, o proponerles que preparen con nosotros alguna receta como las frutas salpimentadas.
- El desayuno completo es muy importante y puede incluir lácteos, cereales y frutas. Así, los peques no comerán otras opciones menos saludables y poco nutritivas, y además será beneficioso para el rendimiento físico y mental.
- Agua. Es vital que los niños beban agua, en general se recomienda consumir de uno a dos litros diarios.