Según la versión del diario Passauer Neue Presse, el papa emérito de 93 años tendría erisipela en el rostro, una enfermedad infecciosa que se caracteriza por hinchazón y placas rojizas.
El biógrafo Peter Seewald, dijo que el papa emérito se encuentra ahora extremadamente frágil: “Su capacidad intelectual y la memoria no se han visto afectadas, pero su voz apenas es audible”. Seewald se reunió el sábado en Roma con Benedicto XVI para presentarle su biografía.
Joseph Ratzinger fue el primer papa en renunciar en casi 600 años. Argumentó motivos de salud y desde entonces ha llevado una vida monacal en un monasterio del Vaticano.