Durante sus casi 70 años de carrera, Carmen Salinas hizo teatro de revista, película de ficheras, teatro, telenovelas, fue empresaria y hasta se dio tiempo para incursionar en la política, rubro en el que provocó reacciones encontradas entre el público y el gremio artístico.
Aunque es una de las actrices más reconocidas de México y Latinoamérica, Salinas llamó la atención en 2015 cuando llegó al Congreso de la Unión ya que para muchos ciudadanos, no tenía la preparación previa para ocupar el cargo de servidora pública.
El único acercamiento que tenido previamente fue en 2014, cuando fungió como embajadora de la educación por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
La incursión que Carmen tuvo en 2015 fue a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI), organización que la colocó en su lista para diputaciones y se integró a la Cámara baja en la LXIII Legislatura.
Una vez que llegó Cámara de Diputados, participó como secretaria en la Comisión de Igualdad de Género y fue integrante de la de Radio y Televisión, y de Salud.
Ésta no fue la ultima vez que Salinas estuvo en el Palacio de San Lázaro, ya que en 2018, tuvo paso por ese lugar como diputada de representación plurinominal.
Aunque no era la primera celebridad que se involucraba en la política, ante las críticas que recibió por su labor como diputada, fiel a su estilo, Carmen Salinas detalló que ella hacía esa labor por amor a su país y a la gente, ya que como funcionaria pública no ganaba lo que recibía como actriz.
La ex legisladora había sido invitada a participar en la Cámara baja por el entonces presidente del PRI, César Camacho Quiroz, y durante su periodo fue duramente criticada por ser la funcionaria con el nivel escolar más bajo, pues sólo completó la primaria.
Luego de esta participación en la política, y aunque siempre tenía una opinión respecto a la vida política del país, la actriz no regresó a ningún cargo público.