El gigante chino de autos eléctricos BYD enfrenta retrasos en la aprobación de su nueva fábrica en México debido a preocupaciones del gobierno chino sobre la posible filtración de su tecnología a Estados Unidos, informó el Financial Times.
Según fuentes citadas por el medio británico, el Ministerio de Comercio de China teme que la proximidad de México con EE.UU. facilite el acceso a los sistemas y técnicas avanzadas de BYD. En consecuencia, Pekín ha priorizado la inversión en países alineados con su iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, como Indonesia, Brasil y Hungría, donde la empresa también planea expandirse.
México, entre la presión de China y EE.UU.
BYD anunció en 2023 su intención de construir una planta en México con una capacidad de producción de 150,000 vehículos anuales y la generación de 10,000 empleos. Sin embargo, la incertidumbre geopolítica ha complicado el proyecto.
Por un lado, China ha endurecido su regulación para evitar que empresas estratégicas manufacturen en países que podrían compartir tecnología con EE.UU. Por otro, la posibilidad del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha enfriado el entusiasmo de México por la inversión china.
El equipo de Trump ha acusado a México de ser una “puerta trasera” para la entrada de productos chinos a EE.UU. sin pagar aranceles, lo que llevó al gobierno mexicano a imponer impuestos a textiles chinos y abrir investigaciones por supuesta competencia desleal en el acero y el aluminio.
Un entorno hostil para empresas chinas
Las crecientes tensiones comerciales han afectado la relación entre México y China. Una de las fuentes citadas por Financial Times señaló que el nuevo gobierno mexicano ha adoptado una postura “hostil con las empresas chinas”, lo que ha complicado aún más la viabilidad del proyecto de BYD.
Mientras tanto, el futuro de la planta en México sigue en la incertidumbre, con BYD atrapado en la rivalidad entre las dos mayores economías del mundo.