La vitamina D cumple un papel fundamental en el organismo, dado que es la que se encarga de ayudar al cuerpo a absorber el calcio, que es uno de los principales componentes que fortifican y mantienen saludables los huesos. De igual forma, juega un papel importante en el sistema nervioso, muscular e inmunológico.
Las personas pueden obtener vitamina D de tres maneras: a través de su piel, de la alimentación y de suplementos en la dieta. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que el cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol. Sin embargo, demasiada exposición puede ocasionar envejecimiento de la piel y cáncer, por lo que es importante tratar de obtener la vitamina D a través de las otras fuentes.
De acuerdo con los expertos, la cantidad de vitamina D que necesita el cuerpo cada día depende de la edad, pero las personas que tiene alto riesgo de deficiencia pueden requerir más. Por ello, es importante consultar al médico para que este lo determine dependiendo de las condiciones de salud y la edad.
Para alcanzar este nivel se pueden elegir alimentos como pescados grasos, como el salmón, la trucha, el atún y el fletán o alimentos fortificados, como la leche y el yogur.
La falta de vitamina D se puede presentar por varias razones: No se consumen alimentos que la contengan, el cuerpo no absorbe suficiente vitamina D de los alimentos o no recibe suficiente exposición a la luz solar, el hígado o los riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa en el cuerpo o la persona toma medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para convertirla o absorberla.
Si bien hay personas que no le dan la trascendencia al consumo de esta vitamina, es clave pues la deficiencia puede hacer que los huesos se vuelvan delgados, quebradizos o deformes. “La vitamina D también parece desempeñar un papel importante en la producción de insulina y la función inmunitaria, y en cómo esto se relaciona con la prevención de enfermedades crónicas y el cáncer, pero esto todavía se está investigando”, indica Mayo Clinic.
En niños puede causar raquitismo, que es una enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen. Los bebés y los niños afroamericanos corren mayor riesgo de contraer raquitismo, aseguran los especialistas.
Los principales síntomas de deficiencia de vitamina D en el cuerpo son los siguientes:
Dolor de huesos
La vitamina D ayuda a mantener la salud ósea de varias formas. Por un lado, mejora la absorción de calcio a nivel orgánico. El dolor de huesos y la lumbalgia pueden ser signos de niveles inadecuados de vitamina D en la sangre. Diversos estudios observacionales han encontrado una relación entre una deficiencia de vitamina D y el dolor lumbar crónico que genera afectaciones en el desarrollo de las actividades diarias.
¿Cómo obtener vitamina D para subir las defensas en el cuerpo?
Fatiga y debilidad
Cicatrización de heridas
La cicatrización lenta de las heridas después de una cirugía o una lesión puede ser una señal de que los niveles de vitamina D son demasiado bajos.
Pérdida ósea
La vitamina D es fundamental para la correcta absorción de calcio y el metabolismo óseo. Muchas personas mayores a las que se les diagnostica pérdida ósea creen que necesitan tomar más calcio. Sin embargo, también pueden tener deficiencia de vitamina D. La baja densidad mineral ósea es una señal de que los huesos han perdido calcio y otros minerales, lo que ocasiona mayor riesgo de fracturas y las mujeres son las más propensas a sufrirlas especialmente después de los 50 años.
Enfermedades frecuentes
Una de las funciones más importantes de la vitamina D es mantener fuerte el sistema inmunológico para que pueda combatir los virus y bacterias que causan enfermedades. Si una persona se enferma con frecuencia, especialmente con resfriados o gripa, los niveles bajos de esta vitamina pueden ser un factor que incide en estos padecimientos.