A 24 horas de la trágica muerte de un menor de 12 años en una playa de Cancún, las autoridades aún no tienen pistas sobre los responsables. El acto criminal ocurrió a pesar de la seguridad que se supone brindan las autoridades de los tres niveles de gobierno durante este periodo vacacional.
El suceso se registró en playa Caracol, en la zona hotelera de Cancún, cuando Santiago, un niño de 12 años, fue alcanzado por una bala en un intento de ejecución entre grupos delictivos que operan en la zona. Santiago se encontraba de vacaciones con su madre y estaba enjuagándose los pies a la orilla del mar cuando ocurrió el tiroteo.
La Fiscalía General del Estado informó que los responsables del tiroteo llegaron en motos acuáticas y abrieron fuego contra dos sujetos presuntamente vinculados al narcomenudeo. Santiago fue una víctima colateral de este violento ataque. A pesar de ser trasladado rápidamente a un hospital, falleció debido a la gravedad de sus heridas.
El cuerpo del menor ya ha sido reclamado por sus familiares, quienes esperan la liberación del Ministerio Público del Fuero Común. Aún no se ha determinado si los servicios funerarios se llevarán a cabo en Cancún o en la Ciudad de México, de donde provenía el menor.
Los agresores lograron huir en las mismas motos acuáticas con las que llegaron, evadiendo la seguridad de la zona hotelera y dejando un profundo sentimiento de impotencia y dolor en la comunidad.
Los padres de Santiago, junto con la ciudadanía, exigen justicia para el pequeño y que su muerte no quede impune, como tantas otras. Este trágico evento ha generado un llamado urgente a las autoridades para reforzar la seguridad y tomar medidas contundentes contra la violencia que amenaza la paz y la seguridad en Cancún, un destino turístico de renombre internacional.