Entre marzo y abril, al menos nueve personas —principalmente mujeres— han denunciado ser víctimas de pinchazos misteriosos en el Metro y Metrobús. Aunque no se ha confirmado la presencia de sustancias químicas, el temor y la incertidumbre crecen entre los usuarios.
Una sombra inquietante se cierne sobre el transporte público de la Ciudad de México. Desde mediados de marzo, la Fiscalía capitalina ha recibido nueve denuncias por presuntos ataques con agujas en estaciones del Metro y Metrobús. Las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes, coinciden en una experiencia alarmante: un piquete repentino, seguido de síntomas físicos como náuseas, somnolencia e incluso pérdida de conciencia.
Los reportes, que se extienden entre el 14 de marzo y el 19 de abril, involucran a personas entre los 16 y 44 años. Aunque las pruebas toxicológicas realizadas hasta ahora no han revelado la presencia de sustancias químicas, el fenómeno ha encendido las alertas entre la ciudadanía y autoridades.
Historias que inquietan
Uno de los primeros casos que captó atención mediática fue el de Brenda, una mujer de 33 años que, el pasado 26 de noviembre de 2024, denunció haber sentido una punzada en el brazo al salir de la estación Indios Verdes, en la Línea 3 del Metro. Según su testimonio, un hombre huyó del lugar tras el ataque. Días después, fue informada por médicos que había sido inyectada con un somnífero.
Casos más recientes incluyen el de una joven en la Línea 2 del Metro, quien refirió sentirse desorientada y vomitar después de recibir un piquete. Otro reporte particularmente inquietante es el de una estudiante de la UAM, quien tras ser atacada en el Metrobús, despertó horas más tarde en un hotel del Estado de México, sin recuerdos ni pertenencias.
El caso más reciente, y también uno de los más alarmantes, involucra a una adolescente de 15 años. Según las autoridades, fue seguida desde la Alameda Central hasta Bellas Artes, donde una mujer presuntamente la atacó con una aguja. Aunque la menor logró pedir ayuda, perdió el conocimiento poco después. La agresora sigue sin ser localizada.
Respuesta institucional y refuerzo de seguridad
Frente al aumento de casos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha conformado un equipo especializado junto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y autoridades del transporte. Las acciones anunciadas incluyen mayor presencia de personal de seguridad, monitoreo intensivo con cámaras y protocolos para asistir a víctimas.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro ha exhortado a los usuarios a activar la palanca de emergencia si detectan un ataque y a acercarse al personal de seguridad. También se han habilitado líneas de apoyo legal, psicológico y médico para las personas afectadas.
Entre el miedo y la falta de respuestas claras
A pesar de las acciones institucionales, la falta de resultados contundentes —como la identificación de responsables o la confirmación del uso de sustancias químicas— mantiene a la opinión pública entre la desconfianza y la alarma. En redes sociales, los testimonios se multiplican, generando una ola de preocupación que ha puesto bajo escrutinio la seguridad en los sistemas de transporte de la capital.
Mientras tanto, la pregunta persiste: ¿qué está ocurriendo realmente en los vagones y estaciones de la CDMX?