El norte de Gaza vive una situación límite. Médicos y trabajadores de salud en la zona describen un panorama desolador, al borde del colapso total. Sin acceso a medicinas, alimentos ni agua potable, la región se encuentra sitiada y bajo intensos bombardeos, lo que ha llevado a un reconocido médico en Gaza a describir la situación como una “verdadera masacre”.
El asedio constante de las fuerzas israelíes ha dejado a los hospitales de la zona sin recursos básicos para atender a la población, que crece exponencialmente ante la llegada de heridos por los ataques. “Estamos atestiguando una crisis humanitaria sin precedentes”, señaló el funcionario médico, quien describió que el sistema de salud del norte de Gaza está prácticamente inoperativo, ya que los hospitales carecen de medicinas esenciales, equipo quirúrgico y energía.
Las instalaciones médicas se enfrentan a una afluencia masiva de pacientes con lesiones graves, mientras que el personal de salud trabaja bajo condiciones extremas, muchas veces arriesgando su vida ante los bombardeos. Además, la falta de ayuda humanitaria complica cada vez más la situación: no hay rutas seguras para el ingreso de provisiones, y los esfuerzos internacionales para brindar apoyo humanitario se encuentran obstaculizados.
Una crisis humanitaria sin respuesta
A medida que los bombardeos aumentan, también crece la desesperación entre la población civil atrapada en el norte de Gaza. Los trabajadores humanitarios han alertado sobre la falta de acceso a servicios básicos y han advertido que la situación podría desencadenar una catástrofe de salud pública en los próximos días si no se permite la entrada de asistencia. Sin agua ni energía, el riesgo de enfermedades infecciosas aumenta, agravando aún más la crisis.
Organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos han instado a un alto al fuego y han solicitado acceso inmediato para el envío de ayuda humanitaria. Sin embargo, la situación en el norte de Gaza sigue empeorando, mientras que los hospitales y el personal de salud luchan contra un sistema sanitario en ruinas y un conflicto que parece no dar tregua.