La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner anunció que se entregará a la justicia el próximo miércoles 18 de junio para cumplir una condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, ratificada por la Corte Suprema de Argentina.
La sentencia, derivada del caso conocido como la “causa Vialidad”, confirma que Fernández de Kirchner favoreció al empresario Lázaro Báez con contratos millonarios de obras públicas durante su mandato presidencial (2007-2015) y su vicepresidencia (2019-2023), en un esquema de corrupción que según la justicia afectó gravemente al Estado argentino.
En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), la exmandataria expresó su intención de entregarse voluntariamente en los tribunales federales de Comodoro Py, afirmando que lo hará “para estar a derecho, como siempre lo he hecho”. Además, solicitó cumplir su condena bajo arresto domiciliario, argumentando motivos de seguridad personal por su edad (72 años) y por el atentado que sufrió en 2022.
Esta decisión convierte a Cristina Fernández de Kirchner en la primera expresidenta de Argentina condenada formalmente a prisión por corrupción, un hecho sin precedentes en la historia política del país.
El fallo ha generado un fuerte impacto en la escena política nacional. El presidente Javier Milei celebró la confirmación de la condena como un acto de justicia y un paso para acabar con la impunidad en Argentina. Por otro lado, Fernández de Kirchner denunció que la sentencia es resultado de una persecución política y un “lawfare” impulsado por intereses económicos y políticos que buscan debilitar su fuerza política antes de las elecciones.
La noticia ha desatado protestas en Buenos Aires, especialmente encabezadas por sindicatos y seguidores del kirchnerismo, en un clima de alta polarización social y política que podría intensificarse en las semanas previas a los próximos comicios electorales.
Con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Cristina Fernández queda fuera de la competencia electoral, lo que representa un golpe significativo para el peronismo y sus aspiraciones como principal fuerza opositora al actual gobierno.
La Corte Suprema argentina, en una decisión unánime, ratificó la condena y enfatizó la importancia de combatir la corrupción en todos los niveles del poder, enviando un mensaje claro sobre la responsabilidad política y penal de los altos funcionarios.
La entrega de Cristina Fernández se anticipa como un momento crucial para la justicia y la política argentina, mientras el país se prepara para enfrentar una nueva etapa de incertidumbre y posible inestabilidad.