La Habana.— Los cubanos despertaron hoy con la capital blindada, con madres, padres, hermanos y cónyuges de detenidos en las manifestaciones del domingo preguntando sobre el paradero de sus seres queridos y con el gobierno de Miguel Díaz-Canel culpando a Estados Unidos de imponer “una política de asfixia económica para provocar estallidos sociales” en el país.
Un día después de las inéditas protestas de miles de cubanos en diversas ciudades, las cuales sorprendieron al régimen de Díaz-Canel, se desplegó una fuerte presencia policial y militar en las calles de La Habana y en otras ciudades del país; en la mayor parte de la isla no funciona el servicio de internet móvil.
Decenas de personas se concentraron ante las comisarías policiales, para indagar el paradero de seres queridos de los que no tienen noticias desde el día anterior. No hay una cifra oficial de detenidos porque las autoridades no han difundido datos, pero de acuerdo con activistas locales sólo en La Habana figuraban 65 nombres, entre ellos el artista Luis Manuel Otero Alcántara y el disidente Manuel Cuesta.
La familia del conocido opositor José Daniel Ferrer denunció su desaparición en Santiago de Cuba. Varias mujeres acusaron que sus maridos e hijos fueron golpeados antes de ser conducidos a un paradero desconocido.
Por la tarde, el diario español ABC informó que su corresponsal en Cuba, Camila Acosta, fue detenida hoy y que será procesada por delitos contra la seguridad del Estado. Otros periodistas, como el fotógrafo de la agencia A-ssociated Press, fueron agredidos por las fuerzas policiales.
Díaz-Canel compareció temprano en televisión estatal, acompañado por ministros y altos cargos del Buró Político del Partido Comunista (PCC, único legal), para culpar a Washington de ahorcar al país con sus sanciones. “¿Qué quieren con estas situaciones? Provocar estallidos sociales, provocar incomprensiones”, pero también “el famoso cambio de régimen”.
Pese a testimonios, fotos y videos que cubanos lograron subir a las redes sociales, aun con el corte de internet, el mandatario negó que haya habido represión. “Ya salieron con que en Cuba reprimimos, asesinamos. ¿Dónde están los asesinatos cubanos?, ¿dónde está la represión cubana?, ¿dónde están los desaparecidos en Cuba?”, cuestionó.
“Hay que escuchar al pueblo”
En Washington, el presidente estadounidense Joe Biden pidió al “régimen cubano que escuche a su pueblo y atienda sus necesidades. Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad”. No mencionó, en ningún momento, el tema del embargo.
El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, remarcó que es un “grave error” culpar a ese país de estar tras las protestas en Cuba, y añadió que son un “reflejo de un pueblo que está profundamente cansado de la represión, mala gestión de la economía, falta de alimentación adecuada y una mala respuesta a la pandemia de Covid-19”.
Naciones Unidas expresó su preocupación por la situación. “Queremos asegurarnos de que los derechos básicos de la gente, especialmente la libertad de expresión y la libertad de asamblea pacífica, sean respetados”, señaló el portavoz Farhan Haq. El secretario General de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, pidió el cese de “la represión y la persecución” y exigió a “la dictadura cubana” la liberación inmediata de los detenidos en las protestas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se sumó a la exigencia de que termine el embargo y pidió buscar una salida a través del diálogo, sin recurrir a la violencia.
“Si se quisiera ayudar a Cuba, lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo, como lo están solicitando la mayoría de los países. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario”, dijo.
Asimismo, ofreció ayuda humanitaria, como medicinas, vacunas y comida al gobierno y pueblo cubano, “sin sesgos políticos”. Argentina se sumó al llamado a poner fin al embargo.
Afuera de la embajada de Cuba en la Ciudad de México, la policía separó a simpatizantes y detractores del régimen que se manifestaban.