EL VATICANO.
El papa Francisco, hospitalizado en Roma por una bronquitis, se encuentra mejor y le darán de alta el sábado, por lo que presidirá la misa el domingo de Ramos en la plaza de San Pedro, indicó este viernes el Vaticano.
“El regreso de Su Santidad a Santa Marta (su residencia en el Vaticano) está previsto para mañana, tras los resultados de los últimos exámenes” realizados la mañana del viernes, anunció en un comunicado el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. “Dado que está programado que salga del hospital mañana, se espera que el papa Francisco esté presente en la plaza de San Pedro para la celebración eucarística del Domingo de Ramos, la Pasión del Señor”, explicó el vocero papal.
El pontífice argentino, de 86 años, internado desde el miércoles, pasó una segunda noche “tranquila” en el hospital Gemelli, “transcurre bien” sus jornadas y el “curso clínico es normal”, precisó en la nota. Le diagnosticaron bronquitis y ha respondido bien a una infusión de antibióticos, dijo el equipo médico. “Esta mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo”, añadió El Vaticano
Destacando la mejora de la salud del Papa, el Vaticano dijo que comió pizza el jueves por la noche en el hospital con sus médicos, enfermeras, asistentes y personal de seguridad. El vocero del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó que si Francisco regresa a casa el 1 de abril, participará al día siguiente en un servicio para el Domingo de Ramos, un evento importante en el calendario de la Iglesia que da inicio a las celebraciones de la Semana Santa.
La Semana Santa, como se la conoce, incluye una apretada agenda de rituales y ceremonias que pueden ser agotadores físicamente, incluida una procesión nocturna del Viernes Santo por el Coliseo de Roma. El decano del colegio de cardenales, Giovanni Battista Re, dijo que un cardenal ayudaría al Papa durante las celebraciones de la semana y se encargaría de los deberes del altar.
Se implementó un arreglo similar el año pasado, cuando el Papa se sentó a un lado durante algunos eventos de Pascua debido a un dolor persistente en la rodilla, dejando que los cardenales principales dirigieran las Misas.
El Papa, que marcó el décimo aniversario de su pontificado a principios de este mes, ha sufrido una serie de dolencias en los últimos años. Francis fue hospitalizado por última vez en julio de 2021 cuando le extirparon parte del colon en una operación destinada a tratar una dolorosa afección intestinal llamada diverticulitis.
“Cuando se experimentan con fe, las pruebas y dificultades de la vida sirven para purificar nuestros corazones, haciéndolos más humildes y, por lo tanto, cada vez más abiertos a Dios”, tuiteó el Papa el viernes.