Integrantes de la organización Red Familia solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconsiderar su postura con relación al aborto en el marco de la discusión de otros casos sobre el tema en la legislación de Sinaloa y la objeción de conciencia.
El grupo, compuesto por aproximadamente 20 personas, entre adultos y niños, acudió con globos azules a la Corte donde leyeron un pronunciamiento en el que acusaron a los ministros de cometer un atropello al derecho humano a la vida.
Afirmaron que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el 95% de quienes están presos por el delito de aborto son hombres que obligaron a sus parejas a abortar o se los provocaron con violencia extrema.
Por eso, consideraron que en la discusión del lunes y martes pasado, en la que la Corte se pronunció en contra de la criminalización de mujeres y personas con capacidad de gestar que abortan voluntariamente, los ministros votaron a favor de opiniones y corrientes de pensamiento ideológico.
“Ustedes ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación votaron a favor de opiniones y corrientes de pensamiento ideológico, doblando las manos ante un feminismo radical, lo que los llevará a un gran escenario de desprestigio no solo propio sino institucional. Con esta decisión a favor del aborto, ignoraron el primer derecho humano: la vida”, enfatizaron.
Afirmaron que si la Corte continúa despenalizando el aborto en los estados, quienes forzan a la mujer a abortar pueden quedar impunes.
Esto, pese a que la Corte ha dejado claro que la inconstitucionalidad de la sanción al aborto voluntario no implica que se deje de castigar a quienes obligan a las mujeres a abortar sin respetar su derecho a decidir.
Luego de leer el pronunciamiento, el grupo proyectó una serie de imágenes de fetos con mensajes a favor de la vida en las paredes laterales de la Corte, pues la puerta principal permanecía bloqueada por elementos de seguridad capitalina que resguardan toda la plancha del Zócalo.
Las imágenes fueron acompañadas con una canción de cuna y sonidos que emulaban el latido del corazón de un bebé en el vientre de su madre.
EL UNIVERSAL