DURANGO, DGO.
La Agrupación de Ecologistas Pro Defensa del Nazas denunció la presencia de un adulto y dos niños en un paraje del Parque Estatal Cañón de Fernández practicando la cacería de manera ilegal.
A través de sus redes sociales, expusieron al adulto apuntando con un rifle, supuestamente hacia las aves, mientras que los niños disparan a una serie de latas.
A este tema el director del Área Natural Protegida Cañón de Fernández, biólogo Oswaldo Martínez Méndez precisó que la denuncia de ProDeNazas sobre supuesta cacería furtiva es inconsistente, ya que para asegurar la cacería tiene que haber pruebas de muerte de alguna animal y en este caso no existe.
Sin embargo afirmó que esta fue recibida a través de un correo que el presidente de la agrupación Francisco Valdés Pérezgasza, le hizo llegar la noche del lunes a la que anexan fotografías de los supuestos cazadores que portan rifles de postas, que sin ser letales, ni subestimar su uso, si causan daño severo.
Faltan policías
Dijo que durante el pasado fin de semana, él personalmente estuvo recorriendo el Área Natural Protegida junto con los únicos dos policías ambientales con que se cuenta y que son pagados por el municipio, no encontrando rastro de estos supuestos cazadores de los que se presume acudieron esos días.
A pregunta expresa, expresó que si bien ya se tiene la autorización de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Durango, para la contratación de seis policías ecológicos, está aún pendiente por liberar la partida presupuestal que se debe asignar para el pago de las nóminas de estos nuevos elementos, cuyo sueldo representa una erogación estimada en los 600 mil pesos, sin considerar el equipo ya sea motocicletas o cuatrimotos, más el combustible que deberán consumir para hacer los recorridos por la extensa área natural.
Explicó que con estos elementos se estaría en condiciones de constituir además los Comités de Vigilancia en cada una de las comunidades aledañas, a efecto de fortalecer la seguridad de la zona del Cañón de Fernández y evitar cualquier acto ilegal por parte de quienes pretenden vulnerar la conservación, como la flora y fauna.