La desaparición de seis personas, integrantes del grupo musical norteño Los Juniors de Monterrey, ha generado preocupación y conmoción en la comunidad artística y en la sociedad regiomontana. Los músicos fueron vistos por última vez en la madrugada del domingo 16 de junio, cuando se dirigían a una presentación en el municipio de General Terán, sin que hasta el momento se conozca su paradero.
Según reportes de familiares, los músicos viajaban a bordo de una camioneta Suburban blanca con placas de Guerrero. El último rastro de sus dispositivos móviles los ubicó en un tramo de la carretera libre a China, a la altura del municipio de Cadereyta, Nuevo León, sin que se haya podido establecer contacto posterior con ellos.
Identidades confirmadas
Los desaparecidos fueron identificados como:
- Lorenzo Martínez, chofer, 40 años.
- Abraham Leal, vocalista, 23 años.
- Óscar Pérez, bajoquintista, 23 años.
- Luis Nefaki, bajista, 23 años.
- Leonardo Rubio, baterista, 34 años.
- Francisco Alfaro, acordeonista suplente, 18 años.
Este último se integró de forma temporal al grupo para cubrir al acordeonista titular, Fernando, quien no viajó en esta ocasión.
Reacción de familiares y comunidad
Tras perder contacto con los músicos, familiares y amigos organizaron una vigilia en la colonia Rafael Ramírez, en el municipio de Guadalupe, donde también interpusieron la denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado.
“Queremos que los encuentren con vida. Ellos sólo iban a trabajar, como siempre lo han hecho”, expresó entre lágrimas una madre de uno de los jóvenes desaparecidos.
La comunidad musical local ha manifestado su apoyo a las familias y ha exigido a las autoridades una búsqueda inmediata y efectiva. El caso ha revivido la preocupación por la seguridad de los músicos regionales, quienes constantemente enfrentan riesgos al viajar por carretera, especialmente de madrugada y en rutas consideradas de alta peligrosidad.
Autoridades investigan
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que se han desplegado operativos en la zona donde se detectó la última ubicación de los teléfonos, sin que hasta el momento haya resultados positivos. La Fiscalía no ha descartado ninguna línea de investigación, incluyendo un posible acto de desaparición forzada.
Mientras tanto, redes sociales se han convertido en un canal para difundir fotografías y datos de los desaparecidos, en un intento por obtener cualquier información que ayude a ubicarlos.