La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo para regularizar en el país el teletrabajo, también llamado home office.
En el dictamen se estableció como teletrabajo aquellas labores que se realicen en un lugar distinto a la instalación de la empresa o centro de trabajo del patrón y utilice las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
En lo avalado por los legisladores, se incorporaron obligaciones especiales para los empleadores, quienes deberán asumir los costos derivados del trabajo en casa, incluyendo la dotación de herramientas, el pago de servicios de telecomunicación y la parte proporcional de la electricidad.