En Durango se redujo a la mitad la superficie dañada por incendios, pues se han registrado 320 incendios en comparación con los 340 del año pasado, el área afectada es una quinta parte menos, dijo Daniel Trujano Thomé, gerente en la Comisión Nacional Forestal.
En estos momentos se encuentran en funcionamiento al menos 100 brigadas con financiamiento federal y estatal. La Conafor pagó los salarios y los empleos por la parte estatal.
El funcionario reconoció que al menos 53 brigadas son organizadas por los mismos ejidos y con recursos del aprovechamientos y con recursos del Pronafor entrega. El funcionario comentó que en el momento que se les entrega un permiso de aprovechamientos, se les pone como condicionante que deben de contar con una brigada de incendios. Aunque no todos los ejidos lo hacen, sobre todo los pequeños, pero los de mayor tamaño sí están obligados a cumplirlo.
Expuso que son los mismo ejidatarios y dueños de las tierras los que consideran como bueno el trabajo preventivo porque ahora sí conocen el valor de los árboles en el mercado. “Realmente por mucho que se invierta en brigadas, que desde luego es una gran ayuda para la gente habita en aquellas zonas, como fuente de trabajo, lo importante de las brigadas no es la mano de obra que genera sino los grandes beneficios que tenemos en la protección del recurso.
Un incendio te puede acabar con millones de pesos en el valor comercial de la madera.
Pero aparte, el valor ecológico que tiene, la conservación del bosque, por el tipo de beneficios para la flora y la fauna. Para el mismo suelo. El siguiente efecto va a ser la erosión, y se va la capacidad de producción de ese sitio. Entonces, no te va a ayudar a producir madera, ni alimento para fauna”.