En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la doctora Alejandra fue atacada a las 3 de la mañana del 6 de julio por un grupo de personas en el área de urgencias COVID-19, del hospital Belisario Domínguez.
“Dos señoras estaban gritando en la entrada que necesitaban oxígeno y atención para su papá. Le dije a la señora que la atención se le iba a dar a su papá, pero que se tratara de tranquilizar”.
Doctora Alejandra.
La mujer le arrebató su celular y la amenazó con no entregárselo si no brindaba el oxígeno. En segundos… los familiares empezaron a golpearla.
En tanto, la doctora de Chiapas trataba de abrazar a la señora que la agredía para que se detuviera pero Alejandra sintió otros golpes en la espalda, en la cabeza, en el cuello, porque dos mujeres más y un hombre (el que iba enfermo) la estaban golpeando entre todos.
“Mis enfermeras salieron a ayudarme, a rodearme, me resguardaron detrás de la puerta del hospital, se metieron dos camilleros a defenderme, también a ellos los golpearon”.
Alejandra.
La dejaron casi inconsciente y tras someterse a múltiples estudios, el diagnóstico fue desalentador.
“Tuve edema de pericráneo, por placa se ve prácticamente el esguince cervical grado 2, oftalmología revisó que tenía edema macular en el ojo derecho lo que me impedía ver, de hecho, apenas estoy recuperando la visión”, afirmó la doctora Alejandra.
Mal herida, la médico acudió de inmediato a la Fiscalía para denunciar. En la carpeta se hace constar que también recibió amenazas de muerte y acusa a quien resulte responsable de lesiones así como robo.
A más de un mes de los hechos en aquel estado, sigue recuperándose.
“Me siento frustrada, triste, desanimada, pero por una parte dispuesta a seguir trabajando y seguir ayudando a la gente”.
Médico Alejandra.
La doctora de Chiapas solamente pide justicia. “Hacer justicia lo que marca la ley, no somos personas de venganza, sino aplicar lo que la ley marca y poder trabajar como realmente trabajamos, sin agresiones”, finalizó.
TOMADO UNOTV.COM