Rodeado de flores de diferentes tamaños, colores y aromas, don Juan coloca su triciclo en una de las esquinas de la Plaza de Armas de Lerdo para vender sus macetas, a las cuales dice, les ganará apenas diez pesos.
No obstante este trabajo le permite llevar el sustento a su casa luego de no poder continuar con el trabajo de albañil, cuando las fuerzas se le fueron acabando. Ahora que vive solo, le queda el recurso de la venta, colocándose en su punto a partir de las diez de la mañana y hasta la una de la tarde.
En su vida plena fue albañil, pero con la edad decidió volver a un oficio que si no da flor da fruto. “De salud estoy bien y pos con las flores está sacando uno para comer nomás hay que cuidarlas bien. Yo tengo poquito vendiendo, como unos cinco o seis años porque dejé de trabajar en esto. Yo trabajé de chico en esto pero lo dejé porque mi tío ya no salió, porque a mí me gustaba salir para afuera, a varias partes”.
Don Juan sabe que las fuerzas ya no le permiten acarrear botes con mezcla ni subir ladrillos al triciclo, pero con su vehículo se mueve temprano al vivero para surtir las plantas que si tiene suerte, harán que detenga el paso alguna señora para llevarse dos o tres macetas. “A todos con la pandemia nos está yendo mal, estamos sacando para comer; mete uno cuatrocientos o quinientos y saca 100 ó 150 pesos. Saca uno para comer.
Las plantas las compramos aquí, en Gómez y en Torreón, nos dan precio porque nos ganamos 10 ó 15 pesos en cada planta”. A pesar de la crisis, don Juan continúa regando sus flores, a las cuales les pone un poco de fertilizante para que aguanten el calor lagunero porque por ejemplo los geranios se echan a perder, es decir, se desfloran, y es entonces que debe esperar a que vuelvan a echar sus colores para conquistar al cliente.
Las plantas tienen costos variables, los geranios 35, los jazmines y gardenias 55. Las lilis 70 y dice que hay que mantenerlas dentro de la casa porque la flor dura un rato largo y luego se cae, pero como tiene raíz, volverá a retoñar si tiene sombra y un clima no tan agresivo. La corona de Cristo como está de moda, alcanza los 110 pesos en tanto que los rosales valen lo mismo que los geranios. Don Juan no pierde la calma y dice que espera a su clientela todos los días entre Allende y Francisco I. Madero, en el centro de Lerdo.
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