Hace unos días mientras dormía, quemaron su vehículo, su único medio de transporte, producto de varios años de trabajo y esfuerzo para ganarse la vida. Afortunadamente, los daños sólo fueron materiales.
Al enterarnos de esto, en un acto de generosidad y reconocimiento a su historia de vida, decidimos transformar ese amargo momento en una nueva esperanza.
Nuestros adultos mayores merecen todo nuestro respeto. Hoy más que nunca, debemos privilegiar la unidad y la cordura por encima de cualquier ideología política.