Durante el primer debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump, el candidato republicano hizo una afirmación que ha sacudido la opinión pública: aseguró que los migrantes en la ciudad de Springfield, Ohio, están comiendo perros y gatos. “Se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí”, declaró Trump, calificando la situación como “una vergüenza” para el país. Estas palabras, pronunciadas durante un momento tenso del debate, carecen de pruebas verificables y han sido ampliamente difundidas en los círculos más conservadores en las últimas semanas.
La polémica declaración surgió en medio de una conversación más amplia sobre la migración. Trump reiteró su compromiso de realizar la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos si es elegido, planteando un enfoque drástico hacia la política migratoria. Sin embargo, su comentario sobre los migrantes y las mascotas capturó la atención de los medios y eclipsó otros temas discutidos en el debate.
Por su parte, Kamala Harris, con una sonrisa irónica, evitó profundizar en la acusación directa, pero sí aprovechó para criticar el discurso de su oponente. La actual vicepresidenta, que se presenta para suceder a Joe Biden en las próximas elecciones, señaló que los comentarios de Trump no son más que una distracción para desviar la atención de los verdaderos problemas del país.
El intercambio entre Harris y Trump no solo estuvo marcado por las acusaciones personales, sino también por las diferencias profundas en su visión sobre la dirección que debe tomar Estados Unidos. Trump, además de sus polémicas declaraciones, advirtió que la presidencia de Harris transformaría al país en “una Venezuela con esteroides”, mientras que Harris enfatizó la necesidad de seguir construyendo una nación inclusiva y centrada en la justicia social.
A medida que se acerca el 5 de noviembre, fecha de las elecciones, este debate ha revelado la creciente polarización del electorado. Las palabras de Trump sobre los migrantes, aunque no tienen sustento, parecen resonar entre su base, mientras que Harris continúa apelando a un enfoque de unidad y reconstrucción del país tras años de divisiones políticas.