Cerca de la carretera Mezquital, en la parte sur del municipio de Durango, se ubica el poblado de Dolores Hidalgo y esta comunidad alberga a una familia en una propiedad en obra negra refleja la pobreza extrema que aqueja a cientos de familias de la entidad.
Se trata de un lote, de los que la gente se queja todos los días por ser utilizado como basureros, pero esta vez se convirtió en el hogar de Manuela García y Artemio Alvarado, un matrimonio que lleva juntos más de 20 años.
Tienen un hijo joven, quien según cuentan tiene un problema auditivo que le impide llevar una vida normal. Duermen solamente en una tarima, por lo que las moscan no los dejan en paz. (Juan Carlos Lozano) Vivir sin techo Artemio compartió que su jefe les prestó el lugar para habitarlo hace dos meses, pero las condiciones de “vida” son precarias. Una choza edificada de hule, lonas, palos y piedras es su refugio.
Sin embargo, la lluvia, el frío, alacranes y todo tipo de animales peligrosos están a la orden del día ya que no hay nada que detenga que entren. Para cocinar utilizan un anafre, duermen encima de una tarima, no hay baño y cuando se asean lo hacen con ayuda de cubetas, lo mismo al lavar la ropa. Manuela nos explicó que las moscas no los dejan dormir, pues dice es triste tener que lidiar con todo esto