Con el despliegue de fuerzas federales y estatales, San Luis Potosí, Jalisco, Coahuila y Durango buscan blindar sus fronteras con Zacatecas para evitar que la ola de violencia alcance sus territorios.
El gobierno de San Luis Potosí selló sus límites con 80 efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional y 80 más de la Guardia Nacional, así como 70 de la policía estatal para evitar un “efecto cucaracha”.
Así lo confirmó en entrevista con MILENIO el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, quien señaló que entienden la “difícil” situación que atraviesa Zacatecas, pero “tenemos que cuidar que no se nos vengan a San Luis Potosí”.
En Jalisco, Juan Bosco Pacheco, secretario de Seguridad Pública estatal, anunció que la Secretaría de la Densa Nacional, la Guardia Nacional y la policía local trabajarán en conjunto por tiempo indefinido para “resguardar” la tranquilidad de los jaliscienses.
El reforzamiento “implicará varios tipos de vigilancia, desde móvil hasta estacionaria… priorizaremos la proximidad ciudadana para que la gente sepa que la presencia de fuerzas policiales del estado y federales es con el fin de que estén tranquilos”, dijo.
Ante la posibilidad de que la violencia derivada de la pugna entre los cárteles de Jalisco y de Sinaloa toque las puertas de Coahuila, el gobernador de este estado, Miguel Ángel Riquelme, anunció el reforzamiento del plan de seguridad que se basa en la inmediatez, la coordinación y el control entre los tres niveles de gobierno. Autoridades de Durango también buscan implementar una estrategia de seguridad regional.
El gobernador José Rosas Aispuro aseguró que sostendrán reuniones con sus vecinos tras la visita del presidente López Obrador a Zacatecas. Por lo pronto, ayer ya se vieron retenes en algunas carreteras.
MILENIO