La actividad económica registró un avance mensual menor al estimado en noviembre pasado, por lo que algunos analistas del sector privado proyectan que México podría haber entrado en una fase de recesión técnica en la segunda mitad de 2021.
A la par, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó en más de un punto porcentual, a 2.8%, su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, por un escenario de mayor debilidad ante la variante ómicron del Covid-19 y el impacto que prevalece por los elevados índices de inflación.
El Inegi informó ayer que el Indicador Global de la Actividad Económica (una especie de PIB mensual) aumentó 0.3% en términos reales en noviembre de 2021 respecto a octubre pasado, tasa inferior al 0.6% estimado inicialmente por el instituto.
Considerando este resultado para noviembre y los datos oportunos a diciembre, especialistas de CitiBanamex anticipan una ligera caída de 0.1% para el PIB del cuarto trimestre de 2021 respecto al periodo inmediato anterior.
Tomando en cuenta que durante el tercer trimestre del año pasado el PIB ya había reportado una contracción secuencial de 0.4%, analistas de Bank of America (BofA) estiman muy probable que se produzca una recesión técnica, pues dos trimestres consecutivos con una contracción secuencial habrían puesto al país en esa situación al cierre de 2021.
En opinión de Bank of America, la previsión de una contracción en los últimos tres meses del año tiene que ver con la disminución mensual de 0.2% de la actividad económica en octubre, la producción industrial cayendo 0.1% en noviembre, un aumento de casos de Covid-19 el mes pasado, el alza de 75 puntos base en la tasa objetivo de Banxico.
Si a esos factores se les suma una alta incertidumbre, la posibilidad de una recesión es real, considera el grupo financiero de origen estadounidense.
El menor dinamismo de la economía en noviembre se debió sobre todo a las actividades del sector servicios, que registraron un crecimiento mensual de 0.5%, cifra ligeramente menor al 0.6% previsto inicialmente.
Por su parte, las actividades agropecuarias observaron un fuerte avance mensual de 7.2%, luego de que en los tres meses anteriores había reportado retrocesos. Por el contrario, las actividades del sector industrial registraron una disminución mensual de 0.1%, en línea con lo que ya se había informado anteriormente.
Así, para analistas de Banorte, “la economía mexicana sigue en una situación complicada, con crecientes riesgos hacia 2022 ante los mayores contagios de la nueva variante que han afectado la confianza y que podría ser un viento en contra adicional para la recuperación. Esto se ha observado en un entorno de retiro del estímulo monetario en el mundo, lo que probablemente afectará a la inversión”.
Aplica recorte
En la actualización de su reporte de Perspectivas Económicas Globales correspondiente a enero, el FMI ajustó a la baja, de 4% a 2.8%, su pronóstico de crecimiento para México en 2022.
Con un diagnóstico global que destaca el aumento de contagios de Covid-19, una recuperación interrumpida y mayor inflación, el ajuste en la proyección para México fue el mayor para países emergentes, junto con Brasil, en gran medida por el fuerte incremento de precios.
“Las perspectivas también se han debilitado en Brasil, donde la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta de política monetaria, que pesará sobre la demanda interna. Una dinámica similar está funcionando en México, aunque en menor medida”, destaca el análisis.
El FMI también redujo el pronóstico de crecimiento para Estados Unidos de 5.2% a 4%, disminución que se puede reflejar en la economía mexicana.
“La rebaja de Estados Unidos trae consigo la perspectiva de una demanda externa de México más débil a la esperada en 2022”, añadió.
En tanto, para 2023 las perspectivas del FMI sobre el desempeño de la economía mexicana mejoraron, al pasar de 2.2% a 2.7%.
TOMADO DE EL UNIVERSAL