DURANGO.
El nuevo ciclo educativo trajo consigo nuevos retos para los docentes comunitarios en la zona sierra de la entidad, lugar donde en su mayoría no existe acceso a la energía eléctrica, por ende el internet o televisión, son casi nulos.
La Dirección de Educación Indígena en el estado cuenta con un padrón de ocho mil 322 alumnos, desde inicial hasta primaria, quienes sortean diversos obstáculos a fin de continuar con su educación.
Visitar casa por casa a los estudiantes es la estrategia que los maestros han desarrollado, señaló Clara Aguilar, quien actualmente es el enlace del Programa de Tiempo Completo de la Dirección Indígena. Explicó que cada docente ponen los cuadernillos de copias para que los menores puedan aprender, gasto que corre por cuenta de ellos mismos.
“La mayoría de los padres de familia no hablan el español y el material didáctico está en este idioma, por tanto los profesores deben acudir para orientar a sus alumnos sobre cómo deben seguir el estudio y dejar ejercicios para reforzar el aprendizaje”, dijo la entrevistada.
Agregó que la principal dificultad que se tiene en estos momentos para el nivel inicial, es que los docentes no cuentan con recurso en apoyo al nivel y las maestras elaboran su material didáctico, apoyándose solo en las fichas que la coordinación de los Consejos Técnicos proporciona en digital.
Por su parte el integrante del colectivo “Centro de Estudios y Asesoría para Pueblos Indígenas” Honorio Mendía subrayó que tan solo en el municipio del Mezquital, el 70% de sus localidades no tiene acceso a electricidad, “existen cables instalados desde el 2006, pero sin corriente, solo en las localidades grandes es donde llega la luz eléctrica, lo cual complica la situación en esta modalidad de educación virtual, debido a que no hay acceso a estos medios de comunicación”.
Añadió que en los pocos lugares donde hay luz y llega la señal de internet, la renta del equipo llega a ser de hasta 30 pesos por hora, pero la mayoría de las personas no tiene trabajos estables y por lo tanto sus remuneraciones no son continuas, de ahí que no gastarán en este servicio que es muy caro.
Agregó que la radio comunitaria ha sido el medio aprovechado para que los maestros difundan las actividades a realizar, pero la mayoría de las casas no cuentan con una radio, debido a la falta de energía eléctrica, entonces de nueva cuenta son pocos quienes tienen acceso a este medio.
Gobernadores y SEP acuerdan medidas para abatir la deserción escolar
Mendía subrayó que en cuestión de salud, los contagios de SARS-CoV-2 están controlados, pero el trabajo siempre ha sido un problema a afrontar y con este escenario todo se ha complicado pues falta el sustento familiar, pues antes de la pandemia los hombres podían salir a trabajar, ya que la mayoría se dedica a los jornales.
“Ahora están aprovechando el territorio comunal, pero la alimentación se ha complicado, debido a que los estudiantes regresaron de los albergues donde residían para poder estudiar y ahora son más bocas que alimentar, las despensas que brindan de las instituciones no ha sido suficiente”, comentó.
El Colectivo al cual pertenece Honorio, impulsó una campaña para recolectar alimentos y debido a que su trabajo principal versa sobre los derechos indígenas, están en proceso de búsqueda de estrategias para aportar iniciativas o planes de trabajo en torno a la problemática que se vive y encontrar soluciones.
En la zona indígena de Durango laboran 537 docentes de los cuales 101 son becados y 436 cuentan con una plaza dentro del nivel federal, esto datos arrojados en el ciclo que concluyó, ya que de este nuevo año escolar, aún se recopila la información de la preinscripción que cuenta con un padrón de 702 alumnos de educación inicial, mil 265 en preescolar y seis mil 355 en nivel primaria.
Es de reconocer la iniciativa de los docentes ya que en su mayoría son originarios de las poblaciones donde realizan su mayor esfuerzo para que los alumnos sigan adelante en el presente ciclo escolar y evitar al máximo la deserción escolar , concluyó el también activista por los derechos indígenas.
EL SOL DEL MÉXICO