El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha anunciado la asignación de más de 380 millones de dólares en subvenciones destinadas a prevenir el hacinamiento en las instalaciones de detención de migrantes de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (CBP). Estos fondos forman parte de un esfuerzo integral del gobierno del presidente Joe Biden para gestionar la situación migratoria en la frontera de manera “segura, ordenada y humana”.
Los fondos serán adjudicados al Programa de Refugio y Servicios (SSP, en inglés), el cual apoya iniciativas estatales, locales y organizaciones que brindan ayuda a los migrantes recién liberados de la custodia del DHS. Este apoyo incluye la provisión de alimentos, refugio, ropa, atención médica y transporte para quienes esperan sus audiencias en corte tras ser liberados.
El DHS señaló que estas subvenciones son una pieza clave en el esfuerzo por gestionar la frontera, junto con otras medidas como las restricciones al asilo y el fortalecimiento de los procedimientos de expulsión para aquellos migrantes que no cumplen con los requisitos legales para permanecer en el país. Según la agencia, desde la implementación de estas políticas, los cruces no autorizados en la frontera suroeste de EE.UU. han disminuido a niveles comparables a los de 2019.
Estos 380 millones se suman a los 259 millones de dólares que el SSP distribuyó en abril de este año. En total, el año pasado se asignaron más de 780 millones de dólares a través del SSP y el Programa de Alimentos y Refugios de Emergencia, en un esfuerzo por gestionar la crisis migratoria y mejorar las condiciones para los migrantes mientras esperan sus trámites legales.
Con estas nuevas subvenciones, el gobierno de EE.UU. busca aliviar la presión sobre las instalaciones de detención migratoria y asegurar que los migrantes reciban un trato humanitario mientras avanzan en sus procesos legales.