El gobierno de Estados Unidos ha decidido no solicitar la pena de muerte contra Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en el proceso penal que enfrenta ante una corte federal en Chicago. La decisión fue oficializada en un documento presentado el pasado 23 de mayo por la Fiscalía del Distrito Norte de Illinois.
Guzmán López, conocido también como “El Güero”, enfrenta múltiples cargos relacionados con tráfico de drogas, lavado de dinero y asociación delictuosa. Según el expediente, las autoridades federales lo señalan como una figura clave dentro de la organización criminal conocida como “Los Chapitos”, una escisión del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de “El Chapo”.
La fiscalía argumentó que, pese a la gravedad de los delitos imputados, no buscarán una sentencia de pena capital conforme a lo estipulado en la Sección 3593 del Título 18 del Código de los Estados Unidos. Esta resolución abre la puerta a otras posibilidades jurídicas, incluyendo una eventual cadena perpetua o un acuerdo de culpabilidad.
Guzmán López fue capturado en julio de 2024 en El Paso, Texas, durante un operativo conjunto que también resultó en la detención de Ismael “El Mayo” Zambada. Desde entonces, permanece bajo custodia federal a la espera de juicio. Su próxima comparecencia ante la corte está programada para el 2 de junio de 2025.
Analistas consideran que la decisión de no solicitar la pena de muerte podría estar vinculada a negociaciones confidenciales entre su defensa y el gobierno estadounidense, en un intento por obtener su cooperación a cambio de una sentencia reducida o beneficios procesales.
Mientras tanto, el caso se perfila como uno de los juicios más relevantes en la ofensiva de Estados Unidos contra los remanentes del Cártel de Sinaloa, tras la condena a cadena perpetua de “El Chapo” en 2019.