El gobernador Rubén Rocha Moya anuncia la suspensión de los festejos patrios para garantizar la seguridad de la población.
En una medida sin precedentes, el Gobierno de Sinaloa decidió cancelar los festejos del Grito de Independencia programados para el 15 de septiembre, debido al aumento de la violencia que ha afectado varias regiones del estado en los últimos días. El gobernador Rubén Rocha Moya informó a la ciudadanía que la prioridad es salvaguardar a la población, especialmente a los niños, ante la situación de inseguridad que se vive actualmente.
“Necesitamos seguir cuidándonos. Por ello, quiero anunciar que hemos resuelto que el festejo del Grito va a ser suspendido. No habrá festejo alguno, ni público ni privado”, declaró el gobernador en un video difundido por sus redes sociales.
Esta decisión implica la cancelación de la concentración y el evento musical que estaba programado en el Palacio de Gobierno, donde se esperaba la participación de Pepe Aguilar y sus hijos, Leonardo y Ángela Aguilar, quienes serían los encargados de amenizar la noche del 15 de septiembre.
En paralelo, Rocha Moya también anunció la suspensión de clases en los municipios de Culiacán, Cosalá, Elota y San Ignacio, al menos hasta el viernes, debido a los recientes actos de violencia relacionados con el narcotráfico. Culiacán ha sido uno de los municipios más afectados, con un saldo de 9 muertos y 14 desapariciones forzadas en la última semana.
El gobernador admitió que la ola de violencia, provocada por enfrentamientos entre grupos criminales, podría continuar en los próximos días, pero aseguró que las fuerzas de seguridad estatales están implementando un operativo para proteger a la ciudadanía. Sin embargo, los recientes enfrentamientos, como el ocurrido en Quilá, al sur de Culiacán, que dejó cuatro personas heridas, evidencian la gravedad de la situación.
Culiacán, considerado uno de los bastiones del Cártel de Sinaloa, ha sido testigo de un incremento en la violencia en los últimos años, en gran parte debido a las disputas entre cárteles por el control territorial y el tráfico de drogas. Esta escalada de violencia ha dejado no solo pérdidas humanas, sino también un ambiente de miedo y desconfianza entre los habitantes de la región.
La cancelación de los festejos patrios refleja el impacto de la violencia en la vida cotidiana de los sinaloenses y marca un momento delicado en la lucha por la seguridad en el estado.