El asiento 11A, junto a la ventana y apenas adelante de una salida de emergencia, fue el lugar donde comenzó —y no terminó— la historia de Vishwash Kumar Ramesh, el único sobreviviente del trágico accidente del vuelo AI-312 de Air India que se estrelló la mañana del 12 de junio con 205 personas a bordo.
El Airbus A320 despegó de Ahmedabad a las 8:32 a. m. rumbo a Delhi. Treinta segundos después, un estruendo estremeció la cabina. Pocos segundos más tarde, la aeronave perdió altitud de forma repentina y se precipitó en una zona semirresidencial en las afueras de la ciudad. Solo un hombre logró salir con vida.
Ramesh, ciudadano británico de 34 años que se encontraba en India por motivos laborales, estaba sentado en el 11A, una fila clave según estudios de seguridad aérea. “No sé cómo lo hice, solo reaccioné”, dijo brevemente desde el hospital civil de Ahmedabad, donde permanece internado con lesiones menores.
De acuerdo con investigadores preliminares y expertos en seguridad aérea, su ubicación fue crucial: el 11A está justo delante de la salida de emergencia central. Los estudios sobre dinámica de impactos sugieren que las filas cercanas a estas salidas aumentan las probabilidades de supervivencia, especialmente cuando se logra evacuar rápidamente tras un impacto parcial.
“Por la forma en que cayó el avión, la parte delantera sufrió menos daño inicial”, explicó el ingeniero aeronáutico Sameer Joshi. “Los primeros segundos fueron vitales. El señor Ramesh pudo haberse desabrochado el cinturón e instintivamente moverse hacia la salida. No es solo cuestión de suerte; es una cadena de decisiones rápidas, ubicación favorable y un golpe de destino”.
El accidente dejó 204 fallecidos, incluyendo 8 tripulantes. El vuelo iba casi lleno, con turistas, trabajadores migrantes y familias. Las autoridades indias han iniciado una investigación técnica junto a representantes de Airbus y de la Agencia de Seguridad Aérea Europea.
Mientras tanto, Ramesh guarda silencio sobre los detalles. El trauma y la conmoción son evidentes. En un breve comunicado, su familia en Birmingham pidió respeto a su privacidad, aunque agradecieron “el milagro improbable que permitió que Vishwash esté con vida”.