El foro de Venga la Alegría se convirtió en campo de batalla este jueves por la mañana, cuando el luchador profesional Alberto del Río, conocido como “El Patrón”, protagonizó una violenta pelea con El Hijo del Vikingo en plena transmisión en vivo, dejando a los conductores, al equipo de producción y a la audiencia en estado de shock.
Todo comenzó con una entrada digna de estrella. Del Río llegó en limusina, fue recibido con alfombra roja y compartió con los presentadores Sergio Sepúlveda, Kristal Silva y Kike Mayagoitía los detalles sobre su próxima defensa del megacampeonato de Lucha Libre AAA Worldwide. Sin embargo, la atmósfera cambió abruptamente con la sorpresiva entrada de su rival directo: El Hijo del Vikingo.
El cruce de palabras no tardó en transformarse en una pelea física. Golpes, empujones y gritos se apoderaron del foro. Muebles tirados, escenografía rota y la transmisión al borde del colapso marcaron un episodio sin precedentes en el matutino de TV Azteca. La intervención de la productora Maru Silva fue inmediata y contundente: “¡Les dije que no quería esto! ¡Fuera de aquí! ¡Seguridad, sáquenlo! Vamos a corte”, se escuchó en medio del caos.
A pesar de que el video fue eliminado rápidamente de las redes oficiales del programa, internautas ya habían registrado el altercado y lo difundieron masivamente, volviendo el momento viral y posicionándolo entre las principales tendencias en redes sociales como X (antes Twitter).
La gran pregunta se impone: ¿Fue un altercado genuino o una estrategia para ganar audiencia antes de la gran función de AAA este sábado? El debate divide opiniones. Algunos señalan que fue una jugada publicitaria bien ensayada; otros afirman que la ira de “El Patrón” fue tan real como el golpe que derribó una de las cámaras del set.
Con antecedentes de comportamientos polémicos en otras apariciones públicas, Alberto del Río vuelve a estar en el centro de la controversia. Y aunque su conducta ha sido duramente criticada, el enfrentamiento del sábado sin duda ha ganado mayor expectación.
Lo que debía ser una entrevista se convirtió en un adelanto brutal del combate que se avecina. La lucha libre se salió del cuadrilátero y tomó por asalto la televisión nacional.
Porque en esta función, el primer round ya se peleó… y fue en vivo.