Un estudio realizado por la Universidad de Stanford concluyó que el uso de la cannabis puede alterar la experiencia sexual, pero ¿en qué sentido?. Aquí te explicamos cuáles fueron las conclusiones basadas en una encuesta a un sector de la población estadounidense.
Por un lado, las personas que consumen habitualmente esta sustancia mejoran hasta un 20 por ciento su actividad sexual que aquellas que han consumido pocas veces la marihuana o nunca la han probado, existiendo así una alteración en la manera que se vive la sexualidad.
Los científicos de Stanford descubrieron que el uso de la sustancia podría aumentar el deseo sexual, ya que obtuvieron datos que identificaron que las mujeres que consumen con frecuencia marihuana tienen relaciones sexuales poco más de siete veces al mes, mientras que las que se abstienen tienen un promedio de seis veces en el mismo tiempo.
En el caso de los hombres ocurre algo similar, ya que los más consumidores llegan a tener coito poco más de seis veces y los que no, mantienen un promedio de 5.6 ocasiones en cuatro semanas.
¿Científicamente la cannabis funciona como afrodisíaca?
Si queremos una explicación más científica del por qué la cannabis podría influir en el apetito sexual, la respuesta es que sí hay una estimulación en el nucleus accumbens, que es un grupo de neuronas del encéfalo que participan en el control de la excitación sexual, recompensa, respuesta al estrés y la auto administración de drogas
Ahora veamos el otro lado de la moneda, ya que este no ha sido el único estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine. Otro de ellos se basó en los aspectos que mejoraron o empeoraron la experiencia bajo los efectos de la marihuana.
Los resultados fueron llamativos, ya que de 216 personas encuestadas, más del 30 por ciento aseguró que el sexo era mejor, pero alrededor del 16 por ciento apuntó que había aspectos buenos y también malos durante las relaciones sexuales y un 10 por ciento no encontró nada positivo en la acción de consumir para mejorar el sexo.
Dentro de los aspectos positivos se encontraron mayor sensibilidad al tacto, un aumento en la intensidad del orgasmo y más relajación durante y después de la actividad sexual.
En contraparte, algunos participantes resaltaron que los efectos de la cannabis los hacía sentir somnolientos, perdían la concentración, no se enfocan en disfrutar o simplemente no notaban ningún cambio en la experiencia.
Por lo tanto, los investigadores se encontraron con la paradoja y pudieron comprender cómo la cannabis puede mejorar y perjudicar la experiencia sexual dependiendo el caso.
Aunque este estudio todavía se encuentra en constante investigación debido a que aún falta profundizar en el verdadero impacto de la sustancia activa de la cannabis en el comportamiento sexual de las personas, las conclusiones no dejan de ser interesantes y abren pasó a más estudios.
TOMADA DEL EL SOL DE MÉXICO