Emilio Lozoya, ex director de Pemex, fue supuestamente trasladado el viernes a un hospital por varios presuntos problemas de salud como anemia detectados a su llegada a México tras ser extraditado desde España, por lo que se pospuso su primera cita ante un juez. Está acusado de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho.
El periodista Carlos Loret de Mola reveló este martes en su columna para El Universal que “los fajos de billetes de los sobornos por la reforma energética solían entregarse en bolsas de Louis Vuitton y de otras boutiques carísimas, que iban engrapadas en la parte superior para evitar que se viera el contenido”.
El ex conductor de Televisa dijo que el dinero lo tenían en unas cajas fuertes en la zona de Polanco en la Ciudad de México.
Medían como un metro y medio de altura (las cajas fuertes). Les cabía más cash de lo que uno pudiera imaginar. Sólo se abrían bajo las órdenes de Froylán Gracia García, brazo derecho del entonces director general de Pemex, Emilio Lozoya. ¿Para qué servía ese cash? Para sobornar políticos en el marco de la aprobación de la reforma energética en el sexenio de Enrique Peña NietoLos sobornos eran para que diputados y senadores aprobaran al reforma energética (Foto: Cuartoscuro)
Los sobornos eran para que diputados y senadores aprobaran al reforma energética (Foto: Cuartoscuro)
Asimismo, Loret afirmó que “a veces se entregaban en los departamentos, a veces en la torre de Pemex, pero cuando se perdió el pudor, se veía a legisladores al terminar sus jornadas de trabajo, desfilando en los pasillos de las Cámaras de Diputados y Senadores con sus bolsas de marca rumbo al estacionamiento para guardarlas en las cajuelas de sus coches”.
Así me lo revelan fuentes a quienes consulté buscando detalles sobre el modus operandi de Emilio Lozoya para lograr la aprobación de la reforma energética y que ahora le da acceso al privilegio de ser testigo protegido del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador
Los nombres de quienes recibieron dinero los saben muy pocos, pero entre ellos sin duda están Lozoya Austin, y sus operadores Froylán Gracia y Carlos Autrey. En las negociaciones de la reforma energética, los funcionarios solían decir que gastarse millones en sobornar legisladores era un costo mínimo frente al dinero que iba a entrar con los contratos de la reforma energética, según testigos de los encuentros
Por eso, agregó Loret de Mola, “no faltó el vivo que en vez de pedir sus bolsitas de cash, mejor pedía llevar mano en contratos petroleros que pudieran inclinar a favor de empresas de amigos y socios, que les redituarían jugosamente el favor.
Se espera que Lozoya Austin proporcione nombres de corruptos (REUTERS/Jon Nazca)Se espera que Lozoya Austin proporcione nombres de corruptos (REUTERS/Jon Nazca)
El periodista afirmó que “está claro que en la mira están mucho más el PAN y sus integrantes, que políticos de otros partidos. Eso, por la razón político electoral que también mueve al presidente López Obrador”.
Ya veremos si Emilio Lozoya, en su calidad de testigo protegido, cuenta de sus negociaciones con Manuel Bartlett, Zoé Robledo y Miguel Barbosa. Ellos eran entonces senadores y presumían una gran interlocución con el director general de Pemex. El primero, a través del padre de Lozoya, que fue su compañero de gabinete en el sexenio de Salinas de Gortari. Los otros dos, como operadores de la bancada perredista en el Senado
Lozoya, detenido en febrero en España y extraditado a México la semana pasada, fue director de Pemex entre 2012 y 2016 y está acusado de recibir USD 12 millones en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht y de participar en un fraude de USD 500 millones por la compraventa de una planta chatarra de fertilizantes.
“Es muy importante que la Fiscalía (General de la República) haya resuelto arreglar jurídicamente la extradición del señor Lozoya como testigo colaborador o como testigo protegido, porque esa información que pueda proporcionar va a ayudar mucho en el propósito de limpiar la corrupción en México”, reveló el presidente.
López Obrador recordó que “no es un secreto” que un testigo protegido del caso declaró en Estados Unidos que “en México entregó sobornos por USD 12 millones y que por esos sobornos obtuvo utilidades de alrededor de USD 40 millones”. Por ello, reiteró la relevancia de “la información que ofrece (Lozoya) para profundizar en la investigación y castigar a más involucrados”.
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