La mayoría de los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) votaron este lunes a favor de sumarse al paro indefinido en rechazo a la reforma judicial que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador y el partido Morena. El resultado de la votación, realizada de manera anónima en el área de murales de la sede de la SCJN, refleja la creciente preocupación dentro del Poder Judicial respecto a las implicaciones de esta iniciativa.
Mientras se llevaba a cabo la consulta entre los empleados, los ministros de la Suprema Corte mantenían una sesión privada. La decisión de los trabajadores marca una escalada en la oposición al proyecto de reforma, que en días recientes ya había motivado una protesta silenciosa por parte del personal del máximo tribunal.
La reforma al Poder Judicial ha generado amplias críticas y preocupación entre diversos sectores. Tanto instituciones nacionales como organismos internacionales han advertido sobre las posibles consecuencias que tendría en los ámbitos político, económico y social del país, dado que se considera un intento de centralizar el poder en el Ejecutivo y limitar la autonomía del Poder Judicial.
El oficialismo tiene planeado someter la reforma a votación en el Pleno del Congreso este mes de septiembre, en un contexto en el que Morena y sus aliados contarán con la mayoría necesaria para modificar la Constitución, tras las elecciones del pasado 2 de junio.
Impacto y reacciones
El movimiento de los trabajadores de la SCJN podría sumarse a otras manifestaciones que han comenzado a surgir en distintos sectores, incluidos estudiantes de Derecho, quienes han solicitado a los legisladores una apertura para dialogar sobre los detalles de la reforma. Esta acción representa un desafío considerable para el gobierno de López Obrador, que ha defendido la iniciativa como un esfuerzo por “democratizar” el Poder Judicial y combatir lo que ha calificado como corrupción en la institución.
A medida que se acerca la votación definitiva, se espera que aumente la presión sobre los legisladores, quienes enfrentan un creciente descontento social y la posibilidad de un paro indefinido en uno de los órganos más importantes del sistema democrático mexicano.