Durango, Dgo. A causa de la sequía que afectó el año pasado al estado de Durango, el hato ganadero se redujo casi en 10 por ciento, es decir, de un total de 925 mil reses, murieron 25 mil 500 y se vendieron 60 mil; sin embargo, se espera lo más crítico de este fenómeno para los próximos meses de abril, mayo y junio, advirtió Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera de la entidad.
Ante esta situación, recomendó a todos aquellos que se dedican a esta actividad que oferten lo antes posible sus vacas, pues de lo contrario la falta de agua en los abrevaderos provocará que se les mueran.
Soto Ochoa explicó que el año pasado corrieron esa suerte 25 mil 500 cabezas de ganado porque no había líquido suficiente para que se hidrataran, ni pasto para alimentarlas; este 2024, detalló, se cuenta con un hato de 840 mil reses en el estado, las cuales padecerán la misma problemática, pero en mayor magnitud.
A decir del empresario, este año pinta para empeorar
sobre todo porque los abrevaderos están secos en 70 por ciento y en los lugares donde todavía tienen un poco de agua se prevé que para dentro de un mes o dos se termine.
El problema será la temporada de estiaje, pero lo peor lo veremos en abril, mayo y junio, cuando se eleve la radiación solar y comience la lucha por el agua, los animales van a buscarla y los ejidatarios van a tener que decidir si se la dan a las vacas o a la población
, recalcó.
Afortunadamente, dijo, las lluvias de octubre y noviembre favorecieron un poco el pasto en los agostaderos y se logró que el ganado volviera a recuperar algo del peso perdido durante 2023; no obstante, lanzó un llamado a todos los productores para que empiecen a despoblar su hato.
Ahora es tiempo de vender porque los próximos cuatro meses serán devastadores
para quien no lo logre hacerlo y sobre todo para aquellos productores que tienen menos recursos para adquirir el alimento necesario para sus vacas.
Rogelio Soto indicó que las regiones que tendrán mayores complicaciones serán el norte del estado y el semidesierto, que es donde menos lluvia cayó todo el año pasado y los abrevaderos ya están secos. La zona de transición y la de la sierra todavía tienen un poco de líquido, pero en uno o dos meses se va a terminar, recalcó.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, al 15 de febrero de este año 94.9 por ciento de los municipios del estado tenían algún grado de sequía y 72.7 del territorio estatal presentaba esta condición de manera severa a excepcional.
TOMADO DE LA JORNADA