El pasado octubre marcó un récord en la última década para los mexicanos deportados desde Estados Unidos. Con 7,000 repatriaciones, México se posicionó como el país con más deportados durante ese mes, según un análisis del Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse. Este fenómeno refleja un notable incremento en las órdenes de deportación emitidas por los jueces de inmigración, quienes dictaminaron que el 66% de los casos cerrados en octubre terminaran en expulsión.
Cifras que preocupan
En octubre de 2024, los tribunales estadounidenses cerraron 10,944 casos de mexicanos, un aumento del 40% respecto a los 7,814 casos de octubre de 2023. Del total reciente, el 66% resultó en deportaciones, superando en 20 puntos porcentuales el promedio nacional. Esta tendencia también pone de relieve las deficiencias del sistema legal: solo el 14.2% de los migrantes, incluidos menores no acompañados, contaban con un abogado que los representara al momento de recibir su orden de expulsión.
Crisis en los tribunales de inmigración
El sistema judicial enfrenta un embotellamiento crítico con 3.7 millones de casos pendientes hasta finales de octubre. De estos, más de 1.6 millones corresponden a solicitudes de asilo que aún esperan audiencias o resoluciones. A pesar de que los tribunales recibieron 87,620 nuevos casos en octubre, solo lograron resolver 81,472, dejando el sistema aún más saturado.
El condado de Miami-Dade, en Florida, concentra el mayor número de residentes con procesos migratorios abiertos, lo que lo convierte en un epicentro de las deportaciones en Estados Unidos.
Deportaciones en el año fiscal 2024
Hasta octubre, en lo que va del año fiscal, los jueces han emitido 35,657 órdenes de deportación, representando el 46.4% de los casos cerrados. Estas cifras revelan un endurecimiento en las políticas migratorias y ponen de manifiesto la vulnerabilidad de miles de migrantes mexicanos que enfrentan procesos legales sin representación adecuada.
Un desafío para los derechos humanos
El creciente número de deportaciones y el colapso del sistema judicial subrayan una crisis humanitaria en el trato a los migrantes mexicanos. Organizaciones de derechos humanos y expertos han alertado sobre la urgencia de garantizar el acceso a la representación legal y la necesidad de abordar las raíces del fenómeno migratorio para evitar que más personas enfrenten procesos judiciales en condiciones desiguales.
Esta situación plantea un desafío no solo para Estados Unidos, sino también para México, que debe buscar estrategias para atender la reintegración de miles de deportados y apoyar a sus ciudadanos en el extranjero.