El expresidente mexicano Ernesto Zedillo Ponce de León, conocido por su papel en la transición democrática de México, lanzó fuertes críticas contra la actual presidenta Claudia Sheinbaum en un artículo reciente publicado en The Washington Post. En el texto, Zedillo advierte que Sheinbaum sigue un “plan antidemocrático” en línea con la visión de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con el fin de consolidar un régimen autoritario en México.
La publicación llega apenas un mes después de que Sheinbaum asumiera la presidencia, y aunque Zedillo destaca inicialmente el logro de ser la primera mujer en llegar al cargo, su elogio se desvanece rápidamente en una serie de señalamientos. Según el exmandatario, Sheinbaum “parece comprometida” a instaurar una “autocracia de partido único”, en una deriva que recuerda las prácticas políticas del siglo XX en México, donde “faltaban elecciones competitivas y justas y el Poder Judicial no era independiente”.
Acusaciones contra AMLO y el caso de Yunes
Zedillo no solo dirigió su crítica a la presidenta, sino también a López Obrador, a quien acusa de “manipular las reglas electorales” para aumentar la presencia de su partido en la Cámara de Diputados y “comprar el voto de un senador” mediante la promesa de impunidad para él y su familia. Esta declaración se refiere a la controversia en torno al senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien enfrenta diversas acusaciones y cuya aparente desaparición en medio de la votación para la reforma del Poder Judicial generó sospechas.
En un movimiento que ha provocado debate, Yunes Márquez solicitó licencia, y su suplente y padre, Miguel Ángel Yunes Linares, quien también enfrenta acusaciones, dio el voto crucial que Morena necesitaba para aprobar la reforma en cuestión. Zedillo insinúa que esta estrategia ejemplifica el uso de tácticas cuestionables para promover una reforma que, en su opinión, debilita gravemente la independencia del Poder Judicial.
La reforma judicial y la respuesta de Sheinbaum
La polémica reforma del Poder Judicial ha llegado hasta la Suprema Corte, donde el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá propuso un proyecto para anular parcialmente el proceso de elección de jueces y magistrados, aunque incluye cambios significativos como la eliminación de fideicomisos y la creación de un nuevo Tribunal de Disciplina. Sin embargo, el pasado 31 de octubre, Sheinbaum dio un paso más al publicar un decreto que declara la improcedencia de cualquier controversia constitucional o acción de inconstitucionalidad sobre las reformas, cerrando la puerta a futuras impugnaciones.
Zedillo denunció que esta última decisión de Sheinbaum revela las verdaderas intenciones del partido Morena: “transformar el régimen político de México en uno autoritario”. En su artículo, el expresidente sostiene que la reforma busca colocar en el Poder Judicial a personas sin las competencias necesarias, con lealtad hacia Morena o “a otros patrocinadores potencialmente criminales”.
Un ataque a las instituciones autónomas y la militarización del país
El expresidente Zedillo, quien asumió la presidencia en un momento crucial para la democracia mexicana, extendió sus críticas hacia otros temas de la administración de López Obrador. Zedillo reprobó los intentos de AMLO por eliminar la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE) y de organismos como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). También cuestionó el creciente papel de las Fuerzas Armadas en proyectos estatales que, según él, no corresponden a una función militar.
En un mensaje directo a la audiencia estadounidense, Zedillo acusó a Sheinbaum de “redoblar su apoyo” al proyecto de AMLO, emulando tácticas de “calumniar, insultar y amenazar” a las instituciones judiciales y a quienes critican las reformas. Según el exmandatario, Sheinbaum también está dispuesta a que el gobierno ignore las resoluciones judiciales, un comportamiento que Zedillo describe como alarmante.
Una crítica desde la experiencia
Zedillo, quien asumió la presidencia en 1994 bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), aceptó en su artículo que durante su mandato y el de sus antecesores el país no alcanzaba los niveles de democracia que México ha vivido en las últimas tres décadas. No obstante, subraya que el país ha experimentado un avance democrático considerable desde el fin del régimen hegemónico del PRI. Para Zedillo, la actual administración representa un retroceso que podría devolver al país a un estado de autoritarismo similar al que él mismo intentó dejar atrás.