Las sopas instantáneas son una de las opciones preferidas por aquellos con poco tiempo para cocinar debido a su rápida preparación y buen sabor. Sin embargo, es crucial conocer su impacto en nuestra salud. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha realizado un estudio de calidad para identificar cuáles de estas sopas contienen más grasas y calorías.
Análisis de 33 Sopas Instantáneas
El estudio de Profeco evaluó 33 marcas de sopas instantáneas, analizando su contenido de proteínas, grasas, carbohidratos, contenido energético y sodio. Además, se revisaron los sellos de advertencia que indican excesos en estos componentes.
Las Cinco Sopas con Más Grasas y Calorías
Profeco identificó las cinco sopas instantáneas con mayores niveles de grasa y calorías:
Nissin Pasta U.F.O.
Grasa: 8.94 g por cada 100 g
Calorías: 163 kcal por cada 100 g
Buldak Cheese
Grasa: 6.68 g por cada 100 g
Calorías: 187 kcal por cada 100 g
Maruchan Ottima
Grasa: 6.59 g por cada 100 g
Calorías: 158 kcal por cada 100 g
Maruchan Yakisoba sabor pollo
Grasa: 6.16 g por cada 100 g
Calorías: 171 kcal por cada 100 g
UDON
Grasa: 4.60 g por cada 100 g
Calorías: 82 kcal por cada 100 g
La sopa UDON no solo destacó por su contenido de grasa y calorías, sino también por ser la que más sellos de advertencia presentó, indicando excesos de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, además de contener edulcorantes, lo cual la hace no apta para niños.
Incumplimientos y Advertencias
El análisis de Profeco también reveló que la marca Buldak Cheese incumple con la normativa al incluir una caricatura en su empaque y al denominarse como “sopa de pollo” sin contener pollo real, solo polvo sabor artificial.
Composición de las Sopas Instantáneas
Profeco explicó que las sopas instantáneas suelen contener harina de trigo, verduras, potenciadores de sabor, aceites vegetales y/o grasas animales, derivados de soya, extracto de levadura, azúcares, sal, conservadores y colorantes. Aunque no están hechas de plástico, su digestión es difícil debido a la forma en que se procesa la harina, el contenido de humedad y grasa, y los ingredientes dañinos para la salud como sal, azúcares, grasas y potenciadores de sabor (inosinato, guanilato de sodio, proteína hidrolizada de soya y glutamato monosódico).
El glutamato monosódico, un aditivo común en alimentos procesados, se extrae de plantas como betabel o caña de azúcar y se utiliza para intensificar el sabor de los productos.